Los signos que están opuestos en el zodíaco forman dualidades o polaridades cuyas fuerzas se complementan o se oponen, según el caso. Así, hay seis polaridades opositoras de los signos, que forman algo así como otra clasificación de los signos con base en el número 2.
Los signos opuestos pertenecen a la misma cualidad (cardinal, fijo o común), tal como se observa en la figura 45.
Este es un factor de no complementariedad, pues dos fuerzas cardinales, dos fijas o dos comunes siempre son incompletas para realizar con éxito una acción.
Interesa decir que lo que ahora se está comentando no tiene absolutamente nada que ver con el hecho de que las parejas o los familiares que tienen su Sol en signos opuestos no se lleven bien o sí se lleven bien. La complementariedad o no de dos horóscopos requiere conocimientos avanzados relativamente de interpretación para ser confirmada, aparte de que se ha de conocer la vertiente de la Cosmobiología que estudia este tema, llamada SINASTRIA.
Un primer factor complementario en los signos opuestos puede ser el que estos son siempre ambos + o ambos -, lo cual puede dar lugar a una mayor comprensión mutua. Pero su desventaja es que dos extrovertidos o dos introvertidos siempre están limitados, los primeros para llegar a una intimidad psíquica y, los segundos, para actuar.
El único factor que se puede considerar inequívocamente de complementación entre los signos opuestos es el hecho siguiente:
De las seis posibles combinaciones dos a dos de los elementos (fuego-aire, fuego-agua, fuego-tierra, aire-agua, aire-tierra y agua-tierra), sólo dos son perfectamente afines: fuego-aire y agua-tierra. El fuego (acción) necesita del aire (ideas) para realizar su combustión y, el aire (proyectos), requiere del fuego (calor o energía) para adquirir movimiento de convección. El agua (imaginación) necesita a la tierra (realismo) para dar la vida y, la tierra (estabilidad), necesita al agua (sentimiento) para ablandarse (adquirir flexibilidad).
También es de destacar que los dos triángulos que miran hacia arriba (fuego y aire) combinan y, los dos apuntan hacia abajo (agua y tierra), también. Las otras cuatro combinaciones de los elementos son más imperfectas.
Pasemos ahora a describir los 6 ejes de los signos zodiacales:
POLARIDAD CARNERO-BALANZA.
Métodos bruscos Modales delicados
Valentía Indecisión
Agresividad Pasividad
Lucha por la justicia social Comodidad burguesa
Guerra y dictadura Tratados y justicia
Actividad vital Falta de energía
Actos temerarios Ponderación
Temperamento directo Temperamento huidizo
Falta de estética Sensibilidad artística
Seguridad en el yo Inseguridad personal
Individualismo en la acción Búsqueda de colaboración
Espontaneidad emocional Artificialidad emocional
Egocentrismo Asociaciones y matrimonio
POLARIDAD TORO-ESCORPION.
Creatividad conservadora Destrucción vengativa
Estancamiento de la
personalidad Autotransformación
Afectos llanos y simples Sentimientos atormentados
Escepticismo espiritual Profundización esotérica
Naturaleza feliz Carácter complicado
Introversión sexual Extroversión sexual
Sentido estético Estética negra y obscura
Veleidad sensual Profundización sentimental
Dedicación familiar Picoteo amoroso
Apego a la materia Mística
Celos Celos
Gran vitalidad sexual Gran energía sexual
Sensualidad Sexualidad intensa
POLARIDAD GEMELOS-CENTAURO.
Interés intelectual Jolgorio peleado con los libros
Comercialismo del intelecto Espíritu filosófico
Pequeño comercio Gran comercio
Pensamiento científico Pensamiento especulativo-
filosófico
Mezquindad de pensamiento Amplitud de pensamiento
Aplicatividad de las ideas Abstracciones inservibles
Intelecto sin proyección
social Socialización cultural
Búsqueda mental de la verdad Superficialidad y banalidad
Indecisión y dispersión Acción certera y pionera
Idealismo sentimental Desgaste de la vitalidad sexual
Cultura de biblioteca Cultura mundana
Originalidad y genio Forma de ser del montón
Aprendizaje copista Visión personal del mundo
POLARIDAD CANGREJO-MACHO CABRIO.
Sentimiento romántico Frialdad antipática
Irrealismo imaginativo Practicidad eficiente
Amor al hogar Excesiva dedicación al trabajo
Infantilidad sentimental Madurez emotiva
Sensibilidad artística Falta de receptividad
Devaneos mediúmnicos Autocontrol emotivo
Generosidad emotiva Usura sentimental
Voluntad débil y antojadiza Voluntad férrea
Bondad Mezquindad
Ineptitud profesional Eficacia profesional
Cariño íntimo y dulce Relación de interés
Poca capacidad de lucha Perseverancia en los propósitos
Popularidad en los círculos
de allegados Evitación de la relación social
POLARIADA LEON AGUADOR
Individualidad firme Individualidad voluble
Falta de interés intelectual Erudición intelectual
Dotes de mando y dirección Temperamento anárquico
Orgullo vital Orgullo intelectual
Soberbia pasional Equilibrio psíquico
Vitalidad física y sexual Falta de actividad vital
Egocentrismo malicioso Bondad amistosa
Afectos de amplio corazón Frialdad emocional
Individualismo Fraternidad
Actividad y creatividad Intelectualismo sin práctica
Diversiones de desgaste Aficiones intelectuales
Capacidad de
autotransformación Poca conciencia interna
Comportamiento poco original Genialidad y originalidad
POLARIDAD VIRGEN-PECES.
Inteligencia práctica Imaginaciones irrealistas
Escepticismo ante
lo espiritual Mística sublimadora
Servicialidad Vagancia comodona
Egoísmo Entrega
Mente lógica Mente divagadora
Frialdad sentimental Dulce emotividad
Capacidad de estudio
analítico Rechazo del estudio
Falta de inspiración Sensibilidad artística
Autodisciplina Abandono personal
Temperamento personalista Carácter humilde
Realismo de propósitos Ensoñaciones vagas
Criticismo mezquino Bondad hospitalaria
Discreción Cuchicheo
Algunos conceptos astrologicos sobre un curso dificil de entender pero no imposible de comprender
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Clase 035 ELEMENTO TIERRA
Representa el cuerpo físico, la materia, el realismo, el trabajo concreto y las propiedades materiales como también, en sentido disonante, la usura, el apego a la materia, la frialdad sentimental, el escepticismo ante los temas espirituales y la tosquedad de costumbres.
El tipo superior del elemento tierra es práctico, realista, firme, disciplinado, trabajador, responsable y estable de carácter.
El ser inferior del elemento tierra es adorador de lo material, falto de sensibilidad, frío, rígido, tosco, escéptico, poco pensador y apegado a los placeres sensuales que proporcionan la satisfacción de las necesidades básicas humanas.
La tierra es el elemento más denso de los cuatro, siendo muy poco compresible (inflexible) y estable (constante).
En lo espiritual, representa las correctas atenciones que necesita el cuerpo físico, así como la necesidad de obrar en la materia y moldearla, es decir, simboliza las ansias de materializar el ideal (fuego), los proyectos (aire) y los sentimientos (agua).
La tierra es, por tanto, el sustento de cualquier actividad de la vida pero, cuando el ser se apega a ella, puede quedar enterrado entre tanto materialismo y usura.
Entonces sólo importan el dinero, las satisfacciones de las necesidades primarias y el poder material, quedando el espíritu verdaderamente crucificado en la materia.
Las pruebas o experiencias duras que presenta el elemento tierra son: penurias económicas, escasez material, engaños relacionados con el dinero, trabajo duro sin recompensa económica suficiente, enfermedades físicas, limitaciones del cuerpo físico, ruina, etc.
Las experiencias felices relacionadas con la tierra son:
seguridad material, suficiente remuneración económica, trabajo llevadero, adecuada resistencia del cuerpo físico, adquisiciones de propiedades, etc.
Algunas analogías con el elemento son:
Abundancia material Realismo
Apego a lo material Escepticismo
Riqueza Concreción
Pobreza Materialismo
Trabajo feliz Dinero bien ganado
Trabajo obligado Dinero mal ganado
Trabajo intenso Ahorro
Paro laboral Avaricia
Fijeza Constancia
Tozudez Monotonía
Mente practicista Estabilidad
Mente mezquina Estancamiento
Reserva Firmeza
Pesimismo Inflexibilidad
Objetividad
Aespiritualismo
El elemento tierra forma un cuarto triángulo en el zodíaco, tal como se ve en la figura 42.
Los signos que lo componen son el Toro, la Virgen y el Macho Cabrío, los cuales son todos negativos (introvertidos): fig. 41.
SIMBOLISMO PROFUNDO.
Son personas de relación inmediata con el mundo de la realidad material. El elemento tierra configura un ser de la REALIDAD y de la acción en este mundo. Su fin es ahondar en el MUNDO TERRESTRE, pero éste opone por propia naturaleza una resistencia importante.
De los tres signos de tierra, cada uno tiene una misión en el acto real y simbólico de la agricultura: el Macho Cabrío (cardinal o de iniciativa) se encarga de introducir la semilla, el Toro (fijo o conservador) abona y cuida el suelo y, la Virgen (mutable o móvil), representa la cosecha y su utilización. Cuando usted estudie a continuación las cuadruplicidades, fijará del todo este concepto.
El elemento tierra hace sus juicios de valor a partir de los hechos y realidades del mundo externo o material. Este mundo exterior es, pues, lo único real.
La EXPERIENCIA y la HISTORIA de las cosas cobran una importancia capital.
En la parte sentimental, la persona de tierra no tiene tendencia a sumirse a los afectos, pues su contenido está bastante mezclado con las sensaciones corporales por lo que, la SENSUALIDAD, es básica en la vida psíquica y emocional de estos individuos. El tipo de tierra parece frío en su vida sensible y no muestra tendencia a tomar en cuenta los sentimientos de los demás.
Muchas veces el ser de tierra no da valor a la piedad, sea la propia o la ajena. En su mundo mental se orienta también a la realidad exterior, que es la única que puede dar MEDIDAS OBJETIVAS y CIENTIFICAS. De ahí que el tipo terráqueo duda antes de su propia existencia que de la del mundo exterior, pues la existencia de ese mundo exterior queda probada por el testimonio de sus SENTIDOS. De este énfasis surgen las ciencias experimentales.
Además del gusto por la historia, este elemento se interesa por las ciencias naturales descriptivas. En el orden mental, nace la psicología empírica y, en general, la historia de la filosofía, de la religión, del arte, de la civilización, etc.
En el aspecto artístico, el elemento tierra quiere una LEY ESTETICA CLASICA, tratando de evitar cualquier tipo de arte sugestivo o imponderado. Es el aficionado al arte clásico. En lo que respecta a lo moral, este tipo juzga de acuerdo al hecho realizado y sus consecuencias, sin detenerse en el conflicto, ni los propósitos, ni pasiones, etc. que movieron al acto en sí. Por ello, el elemento tierra es responsable de sus acciones y tiene confianza en un ordenamiento jurídico humano.
El tipo superior del elemento tierra es práctico, realista, firme, disciplinado, trabajador, responsable y estable de carácter.
El ser inferior del elemento tierra es adorador de lo material, falto de sensibilidad, frío, rígido, tosco, escéptico, poco pensador y apegado a los placeres sensuales que proporcionan la satisfacción de las necesidades básicas humanas.
La tierra es el elemento más denso de los cuatro, siendo muy poco compresible (inflexible) y estable (constante).
En lo espiritual, representa las correctas atenciones que necesita el cuerpo físico, así como la necesidad de obrar en la materia y moldearla, es decir, simboliza las ansias de materializar el ideal (fuego), los proyectos (aire) y los sentimientos (agua).
La tierra es, por tanto, el sustento de cualquier actividad de la vida pero, cuando el ser se apega a ella, puede quedar enterrado entre tanto materialismo y usura.
Entonces sólo importan el dinero, las satisfacciones de las necesidades primarias y el poder material, quedando el espíritu verdaderamente crucificado en la materia.
Las pruebas o experiencias duras que presenta el elemento tierra son: penurias económicas, escasez material, engaños relacionados con el dinero, trabajo duro sin recompensa económica suficiente, enfermedades físicas, limitaciones del cuerpo físico, ruina, etc.
Las experiencias felices relacionadas con la tierra son:
seguridad material, suficiente remuneración económica, trabajo llevadero, adecuada resistencia del cuerpo físico, adquisiciones de propiedades, etc.
Algunas analogías con el elemento son:
Abundancia material Realismo
Apego a lo material Escepticismo
Riqueza Concreción
Pobreza Materialismo
Trabajo feliz Dinero bien ganado
Trabajo obligado Dinero mal ganado
Trabajo intenso Ahorro
Paro laboral Avaricia
Fijeza Constancia
Tozudez Monotonía
Mente practicista Estabilidad
Mente mezquina Estancamiento
Reserva Firmeza
Pesimismo Inflexibilidad
Objetividad
Aespiritualismo
El elemento tierra forma un cuarto triángulo en el zodíaco, tal como se ve en la figura 42.
Los signos que lo componen son el Toro, la Virgen y el Macho Cabrío, los cuales son todos negativos (introvertidos): fig. 41.
SIMBOLISMO PROFUNDO.
Son personas de relación inmediata con el mundo de la realidad material. El elemento tierra configura un ser de la REALIDAD y de la acción en este mundo. Su fin es ahondar en el MUNDO TERRESTRE, pero éste opone por propia naturaleza una resistencia importante.
De los tres signos de tierra, cada uno tiene una misión en el acto real y simbólico de la agricultura: el Macho Cabrío (cardinal o de iniciativa) se encarga de introducir la semilla, el Toro (fijo o conservador) abona y cuida el suelo y, la Virgen (mutable o móvil), representa la cosecha y su utilización. Cuando usted estudie a continuación las cuadruplicidades, fijará del todo este concepto.
El elemento tierra hace sus juicios de valor a partir de los hechos y realidades del mundo externo o material. Este mundo exterior es, pues, lo único real.
La EXPERIENCIA y la HISTORIA de las cosas cobran una importancia capital.
En la parte sentimental, la persona de tierra no tiene tendencia a sumirse a los afectos, pues su contenido está bastante mezclado con las sensaciones corporales por lo que, la SENSUALIDAD, es básica en la vida psíquica y emocional de estos individuos. El tipo de tierra parece frío en su vida sensible y no muestra tendencia a tomar en cuenta los sentimientos de los demás.
Muchas veces el ser de tierra no da valor a la piedad, sea la propia o la ajena. En su mundo mental se orienta también a la realidad exterior, que es la única que puede dar MEDIDAS OBJETIVAS y CIENTIFICAS. De ahí que el tipo terráqueo duda antes de su propia existencia que de la del mundo exterior, pues la existencia de ese mundo exterior queda probada por el testimonio de sus SENTIDOS. De este énfasis surgen las ciencias experimentales.
Además del gusto por la historia, este elemento se interesa por las ciencias naturales descriptivas. En el orden mental, nace la psicología empírica y, en general, la historia de la filosofía, de la religión, del arte, de la civilización, etc.
En el aspecto artístico, el elemento tierra quiere una LEY ESTETICA CLASICA, tratando de evitar cualquier tipo de arte sugestivo o imponderado. Es el aficionado al arte clásico. En lo que respecta a lo moral, este tipo juzga de acuerdo al hecho realizado y sus consecuencias, sin detenerse en el conflicto, ni los propósitos, ni pasiones, etc. que movieron al acto en sí. Por ello, el elemento tierra es responsable de sus acciones y tiene confianza en un ordenamiento jurídico humano.
Clase 034 ELEMENTO AGUA.
Simboliza el sentimiento, la sensibilidad, la receptividad, la emoción, los dones artísticos y el romanticismo pero, en sentido desarmónico, representa la susceptibilidad, la tristeza, la timidez, el sentimentalismo y la pasividad.
El tipo superior del elemento agua es apacible, comprensivo, cariñoso, poético, moldeable, acogedor, caritativo y sensible emocionalmente.
El inferior es apático, rezongón, aquejado, absorbente en lo emocional, inestable de carácter, sentimentalón y débil de voluntad.
El agua es el tercer elemento por orden de densidad de menor a mayor. Es poco compresible (algo tozudo) y amoldable al recipiente (adaptable).
En lo espiritual simboliza la unión psíquica entre el sujeto y el objeto o entre las personas.
Es el agua de la sensibilidad que necesitamos beber con medida para no deshidratarnos (resecarnos sentimentalmente) ni sufrir un ahogo (exceso de sentimentalismo). Ese agua pura, limpia y transparente es necesaria para la vida psico-emocional. Por el contrario, las aguas sucias, putrefactas o turbulentas son un peligro para la armonía sentimental aunque, a veces, necesarias. Aquí vienen a cuento dos refranes: "agua que no has de beber déjala correr" y "después de la tormenta viene la calma".
Hay que decir que el agua de lluvia es símbolo de sabiduría, pues es un agua purificada, al haber sido evaporada, elevada al cielo y nuevamente condensada, para luego caer sobre la tierra. Esto lo explico para que se entienda por qué el Aguador (Ganímedes), que derrama su cántaro de agua sobre la tierra, es un signo de aire y no de agua.
El elemento agua, por tanto, representa el sentimiento y la sensibilidad artística, así como su expresión y manifestación.
Las pruebas de la vida propias del elemento agua son las que crean susceptibilidad, pesar psíquico, desequilibrio emocional, desengaños sentimentales, fracasos amorosos, confusión psíquica interna, separación del ser querido, pena, preocupación por una persona amada y sensación de desprotección afectiva personal.
Las vivencias felices generadas por el elemento agua son Las que producen equilibrio emocional, cariño, satisfacción sentimental, sensación de protección, intimidad, creatividad artística y unión con los seres queridos.
Algunas de las analogías de este elemento son:
Receptividad Imaginación creativa
Pasividad Imaginación incontrolada
Cariño Sentimiento artístico
Sentimentalismo Sensiblería
Romanticismo Unión emocional
Falta de practicismo Absorción emocional
Experiencias dulces Mundo interno rico
Experiencias tormentosas Mundo interno confuso
Reserva Carácter suave
Introversión excesiva Carácter blando
Sensibilidad Interiorización
Dramatismo emocional Adormilamiento
Inspiración
Mediumnidad
Todos los signos de agua son negativos (introvertidos), tal como se observa en la figura 41. Tales signos son el Cangrejo, el Escorpión y los Peces, los cuales forman un tercer triángulo o triplicidad (Fig.42).
SIMBOLISMO PROFUNDO.
Este aspecto humano corresponde a los SENTIMIENTOS, ESTADOS DE ANIMO Y DESEOS.
Es el mundo de carácter SUBJETIVO y RECEPTIVO. El agua mezclada con el elemento tierra, también magnético y receptivo (-), forma el barro moldeable.
El mundo acuático afina con el estado que se vive durante el SUEÑO.
Los estados de ánimo de deseo y TEMOR son muy importantes en el elemento agua, cuya vida puede ir siempre, si no se fortalece, del polo de la SATISFACCION al de la INSATISFACCION, y viceversa. Igual que el cuerpo físico se alimenta de materia física, el CUERPO EMOCIONAL O ASTRAL necesita energía psíquica y, dependiendo de cómo la cree y de dónde la tome, se sabrá con qué tipo de persona de agua nos encontramos.
Por ello, para este elemento el mundo material está a veces huido de él o, al revés, el ser de agua huido del mundo terrestre. Esto sucede en dos vertientes: escapando de la realidad o, de forma más equilibrada, asimilando la realidad de manera romántica.
Este tipo humano se mueve entre los polos del miedo y la ESPERANZA y, a veces, ahonda todo lo posible en los sentimientos placenteros y dolorosos. El elemento acuático conforma a un ser ROMANTICO y SOÑADOR que, refugiado en su vida imaginativa, tiene tendencia a rehuir los obstáculos y a seguir siendo niño el mayor tiempo posible. Por ello se parece un tanto al avestruz.
Su vida amorosa es diferente a la del elemento tierra que, sobre todo, se basa en la sensualidad. En cambio, el amor acuático es NOSTALGICO, POETICO y DEPENDIENTE.
En su apreciación artística, el tipo de agua es romántico y subjetivo, ante el clasicismo del terrestre.
En lo moral, el acuático juzga de acuerdo al trasfondo psíquico y al CONFLICTO INTERNO, más que al hecho en sí.
El tipo superior del elemento agua es apacible, comprensivo, cariñoso, poético, moldeable, acogedor, caritativo y sensible emocionalmente.
El inferior es apático, rezongón, aquejado, absorbente en lo emocional, inestable de carácter, sentimentalón y débil de voluntad.
El agua es el tercer elemento por orden de densidad de menor a mayor. Es poco compresible (algo tozudo) y amoldable al recipiente (adaptable).
En lo espiritual simboliza la unión psíquica entre el sujeto y el objeto o entre las personas.
Es el agua de la sensibilidad que necesitamos beber con medida para no deshidratarnos (resecarnos sentimentalmente) ni sufrir un ahogo (exceso de sentimentalismo). Ese agua pura, limpia y transparente es necesaria para la vida psico-emocional. Por el contrario, las aguas sucias, putrefactas o turbulentas son un peligro para la armonía sentimental aunque, a veces, necesarias. Aquí vienen a cuento dos refranes: "agua que no has de beber déjala correr" y "después de la tormenta viene la calma".
Hay que decir que el agua de lluvia es símbolo de sabiduría, pues es un agua purificada, al haber sido evaporada, elevada al cielo y nuevamente condensada, para luego caer sobre la tierra. Esto lo explico para que se entienda por qué el Aguador (Ganímedes), que derrama su cántaro de agua sobre la tierra, es un signo de aire y no de agua.
El elemento agua, por tanto, representa el sentimiento y la sensibilidad artística, así como su expresión y manifestación.
Las pruebas de la vida propias del elemento agua son las que crean susceptibilidad, pesar psíquico, desequilibrio emocional, desengaños sentimentales, fracasos amorosos, confusión psíquica interna, separación del ser querido, pena, preocupación por una persona amada y sensación de desprotección afectiva personal.
Las vivencias felices generadas por el elemento agua son Las que producen equilibrio emocional, cariño, satisfacción sentimental, sensación de protección, intimidad, creatividad artística y unión con los seres queridos.
Algunas de las analogías de este elemento son:
Receptividad Imaginación creativa
Pasividad Imaginación incontrolada
Cariño Sentimiento artístico
Sentimentalismo Sensiblería
Romanticismo Unión emocional
Falta de practicismo Absorción emocional
Experiencias dulces Mundo interno rico
Experiencias tormentosas Mundo interno confuso
Reserva Carácter suave
Introversión excesiva Carácter blando
Sensibilidad Interiorización
Dramatismo emocional Adormilamiento
Inspiración
Mediumnidad
Todos los signos de agua son negativos (introvertidos), tal como se observa en la figura 41. Tales signos son el Cangrejo, el Escorpión y los Peces, los cuales forman un tercer triángulo o triplicidad (Fig.42).
SIMBOLISMO PROFUNDO.
Este aspecto humano corresponde a los SENTIMIENTOS, ESTADOS DE ANIMO Y DESEOS.
Es el mundo de carácter SUBJETIVO y RECEPTIVO. El agua mezclada con el elemento tierra, también magnético y receptivo (-), forma el barro moldeable.
El mundo acuático afina con el estado que se vive durante el SUEÑO.
Los estados de ánimo de deseo y TEMOR son muy importantes en el elemento agua, cuya vida puede ir siempre, si no se fortalece, del polo de la SATISFACCION al de la INSATISFACCION, y viceversa. Igual que el cuerpo físico se alimenta de materia física, el CUERPO EMOCIONAL O ASTRAL necesita energía psíquica y, dependiendo de cómo la cree y de dónde la tome, se sabrá con qué tipo de persona de agua nos encontramos.
Por ello, para este elemento el mundo material está a veces huido de él o, al revés, el ser de agua huido del mundo terrestre. Esto sucede en dos vertientes: escapando de la realidad o, de forma más equilibrada, asimilando la realidad de manera romántica.
Este tipo humano se mueve entre los polos del miedo y la ESPERANZA y, a veces, ahonda todo lo posible en los sentimientos placenteros y dolorosos. El elemento acuático conforma a un ser ROMANTICO y SOÑADOR que, refugiado en su vida imaginativa, tiene tendencia a rehuir los obstáculos y a seguir siendo niño el mayor tiempo posible. Por ello se parece un tanto al avestruz.
Su vida amorosa es diferente a la del elemento tierra que, sobre todo, se basa en la sensualidad. En cambio, el amor acuático es NOSTALGICO, POETICO y DEPENDIENTE.
En su apreciación artística, el tipo de agua es romántico y subjetivo, ante el clasicismo del terrestre.
En lo moral, el acuático juzga de acuerdo al trasfondo psíquico y al CONFLICTO INTERNO, más que al hecho en sí.
Clase 033 ELEMENTO AIRE.
Simboliza la mente, la inteligencia, la comunicación y la adaptabilidad pero, en contrapartida, representa la frialdad emocional, el intelectualismo exagerado, el despiste, la expresión superficial y la poca practicidad de las acciones.
El elemento aire elevado es humano, con sentido común, universalista, expresivo, amigable, de viva inteligencia e intuitivo en el mundo mental.
Por otro lado, el elemento aire inferior es excéntrico, olvidadizo, inestable de carácter, superficial sentimentalmente, hueco parlanchín, irrealista e intelectualmente no creativo sino imitativo.
El aire es el segundo elemento menos denso, siendo muy compresible o comprimible (amoldable), invisible (difícil de entender) y con poca cohesión interna (flexible). Por todos lados se mete (curioso), abarcando mucho y apretando poco. En lo espiritual, representa la necesidad de que la mente estudie e investigue de continuo las causas y los fenómenos de la vida. Es el aire que necesitamos respirar sin cesar si no queremos morir asfixiados. Pero también precisamos expulsarlo, pues no cabe una buena inhalación sin una correcta exhalación.
De ahí que el elemento aire representa la expresión o exteriorización del pensamiento: lenguaje escrito o hablado, gestos, etc.
Las experiencias duras o pruebas apuntadas por el elemento aire son las que muestran confusión de conceptos, agotamiento intelectual, acumulación de preguntas sin resolver, defectos de la comunicación interpersonal, dispersión de energías, falta de concreción de los proyectos, etc.
Las vivencias felices incitadas por el elemento aire son aquellas en las que hay equilibrio mental, relaciones comunicativas satisfactorias, éxitos intelectuales, sabiduría en los conceptos, adaptación a las circunstancias,etc.
Algunas analogías de este elemento son:
Adaptabilidad Sinceridad
Dispersión Cinismo
Comunicación Estudio
Verborrea Memorización inútil
Inteligencia Investigación
Idiotez Superficialidad
Equilibrio mental Mente filosófica
Inestabilidad mental Mente inmadura
Vivacidad Expresividad
Nerviosismo Indiscreción
Sensatez
Falta de sentido común
Todos los signos de aire son extrovertidos o positivos, tal como se observa en la figura 41. Dichos signos son los Gemelos, la Balanza y el Aguador, los cuales forman un segundo triángulo o triplicidad. (Fig. 42)
SIMBOLISMO PROFUNDO.
Ahora penetramos en el MUNDO MENTAL o del PODER COGNOSCITIVO, llamado por Platón ESFERA DE LAS IDEAS. Si el elemento terrestre es el sensorial, el aéreo entonces es el metafísico.
El elemento aéreo se recrea con algo que podríamos llamar embriaguez cognoscitiva y, desligado del mundo terrestre, es un ciudadano del mundo de aire. En este dominio, él recrea de continuo sus energías mentales, fatigadas de la resistencia que opone la materia.
El elemento aéreo vive una vida de pensamientos y construcciones mentales. Para él lo real son sus pensamientos, siendo su misión el crear y recrear en su mundo verdaderos EDIFICIOS MENTALES, lógicos y hasta geométricos.
La relación de las ideas debe ser conexa y lógica, siendo el supremo mandamiento el de una SABIDURIA DE LA VIDA regida por leyes perfectas.
Pero hay tres tipos de aire: el de la Balanza es el artista, el de los Gemelos es el pensador o el continuo buscador y, por último, el del Aguador es el investigador o erudito.
Para el elemento aéreo, los sucesos del mundo físico son meros fenómenos cuyas causas permanecen ocultas mientras no se las busque. El ve las realidades como proyecciones de un mundo más alto, a la vez que sabe que lo que viene por los sentidos puede ser engañoso. El ve la vida y sus sucesos igual que se va al cine a ver una película: ¿para qué intervenir o hacer cambiar el desenlace?.
El elemento aéreo no es práctico como el terrestre ni pasivo como el acuático sino que, si acaso, es un TEORICO DE LA VIDA.
Y, dependiendo de si la teoría la lleva o no a cabo, sabremos si está desarrollado pues, para él, es un verdadero esfuerzo cualquier realización concreta.
El ve los procesos de la vida como algo ilustrativo de una teoría. Y si bien el elemento terrestre desconfía antes de su propia existencia que de la realidad externa, el elemento aire duda antes del testimonio de sus sentidos que de sus teorías.
De este distanciamiento de las cualidades aéreas con respecto a la vida física resulta, como norma muy general, una VACILACION ante la iniciación de cualquier empresa, sobre todo en aquellas donde no se ve la ansiada perfección idealista.
Por otro lado, tenemos al DESPISTADO que, a veces, no se ocupa de las necesidades físicas elementales.
En lo erótico, en el supuesto (y no existente) ser "puro de aire", no mandan ni la sensualidad (tierra), ni el romanticismo (agua), ni la pasión (fuego), sino sólo el reconocimiento PLATONICO de otro ser a través del cual su existencia queda resuelta y completa. En este pacto queda incluido todo lo que puede unir al hombre y a la mujer pero, sobre todo el sentimiento de que ambos piensan al unísono, es decir, un maravilloso entendimiento de conceptos e intuiciones.
El elemento aéreo ve las pasiones e inquietudes sentimentales del mundo del agua como una enfermedad que amenaza la armonía mental. Para él, las pasiones y dolores son producto de la poca claridad y de la ceguera, que taponan al claro pensar y discernir. Cuando esta maraña mental se despeja, se produce el indescriptible estado al cual el tipo elevado de aire aspira continuamente: la imperturbable alegría del sabio.
En la esfera científica, el elemento aire aspira a lo metafísico, a la CIENCIA DURA regida por las leyes de la lógica. EL no es empírico como el terrestre sino, más bien, ESPECULATIVO, aspirando a conocer el edificio entero del cosmos.
En lo artístico, pretende expresar la belleza del mundo de las ideas más que llegar a la perfección de las formas físicas (tierra), al romanticismo (agua) o a la energía dinámica pura (fuego). El elemento aire quiere expresar en su arte un símbolo de la VERDAD a la que aspira.
En lo moral, lo que el tipo aéreo considera como mal es el obrar contra la convicción verdadera propia. El pecado es tratar de socavar el edificio de la propia verdad y el peor de todos los males es la mentira.
El elemento aire elevado es humano, con sentido común, universalista, expresivo, amigable, de viva inteligencia e intuitivo en el mundo mental.
Por otro lado, el elemento aire inferior es excéntrico, olvidadizo, inestable de carácter, superficial sentimentalmente, hueco parlanchín, irrealista e intelectualmente no creativo sino imitativo.
El aire es el segundo elemento menos denso, siendo muy compresible o comprimible (amoldable), invisible (difícil de entender) y con poca cohesión interna (flexible). Por todos lados se mete (curioso), abarcando mucho y apretando poco. En lo espiritual, representa la necesidad de que la mente estudie e investigue de continuo las causas y los fenómenos de la vida. Es el aire que necesitamos respirar sin cesar si no queremos morir asfixiados. Pero también precisamos expulsarlo, pues no cabe una buena inhalación sin una correcta exhalación.
De ahí que el elemento aire representa la expresión o exteriorización del pensamiento: lenguaje escrito o hablado, gestos, etc.
Las experiencias duras o pruebas apuntadas por el elemento aire son las que muestran confusión de conceptos, agotamiento intelectual, acumulación de preguntas sin resolver, defectos de la comunicación interpersonal, dispersión de energías, falta de concreción de los proyectos, etc.
Las vivencias felices incitadas por el elemento aire son aquellas en las que hay equilibrio mental, relaciones comunicativas satisfactorias, éxitos intelectuales, sabiduría en los conceptos, adaptación a las circunstancias,etc.
Algunas analogías de este elemento son:
Adaptabilidad Sinceridad
Dispersión Cinismo
Comunicación Estudio
Verborrea Memorización inútil
Inteligencia Investigación
Idiotez Superficialidad
Equilibrio mental Mente filosófica
Inestabilidad mental Mente inmadura
Vivacidad Expresividad
Nerviosismo Indiscreción
Sensatez
Falta de sentido común
Todos los signos de aire son extrovertidos o positivos, tal como se observa en la figura 41. Dichos signos son los Gemelos, la Balanza y el Aguador, los cuales forman un segundo triángulo o triplicidad. (Fig. 42)
SIMBOLISMO PROFUNDO.
Ahora penetramos en el MUNDO MENTAL o del PODER COGNOSCITIVO, llamado por Platón ESFERA DE LAS IDEAS. Si el elemento terrestre es el sensorial, el aéreo entonces es el metafísico.
El elemento aéreo se recrea con algo que podríamos llamar embriaguez cognoscitiva y, desligado del mundo terrestre, es un ciudadano del mundo de aire. En este dominio, él recrea de continuo sus energías mentales, fatigadas de la resistencia que opone la materia.
El elemento aéreo vive una vida de pensamientos y construcciones mentales. Para él lo real son sus pensamientos, siendo su misión el crear y recrear en su mundo verdaderos EDIFICIOS MENTALES, lógicos y hasta geométricos.
La relación de las ideas debe ser conexa y lógica, siendo el supremo mandamiento el de una SABIDURIA DE LA VIDA regida por leyes perfectas.
Pero hay tres tipos de aire: el de la Balanza es el artista, el de los Gemelos es el pensador o el continuo buscador y, por último, el del Aguador es el investigador o erudito.
Para el elemento aéreo, los sucesos del mundo físico son meros fenómenos cuyas causas permanecen ocultas mientras no se las busque. El ve las realidades como proyecciones de un mundo más alto, a la vez que sabe que lo que viene por los sentidos puede ser engañoso. El ve la vida y sus sucesos igual que se va al cine a ver una película: ¿para qué intervenir o hacer cambiar el desenlace?.
El elemento aéreo no es práctico como el terrestre ni pasivo como el acuático sino que, si acaso, es un TEORICO DE LA VIDA.
Y, dependiendo de si la teoría la lleva o no a cabo, sabremos si está desarrollado pues, para él, es un verdadero esfuerzo cualquier realización concreta.
El ve los procesos de la vida como algo ilustrativo de una teoría. Y si bien el elemento terrestre desconfía antes de su propia existencia que de la realidad externa, el elemento aire duda antes del testimonio de sus sentidos que de sus teorías.
De este distanciamiento de las cualidades aéreas con respecto a la vida física resulta, como norma muy general, una VACILACION ante la iniciación de cualquier empresa, sobre todo en aquellas donde no se ve la ansiada perfección idealista.
Por otro lado, tenemos al DESPISTADO que, a veces, no se ocupa de las necesidades físicas elementales.
En lo erótico, en el supuesto (y no existente) ser "puro de aire", no mandan ni la sensualidad (tierra), ni el romanticismo (agua), ni la pasión (fuego), sino sólo el reconocimiento PLATONICO de otro ser a través del cual su existencia queda resuelta y completa. En este pacto queda incluido todo lo que puede unir al hombre y a la mujer pero, sobre todo el sentimiento de que ambos piensan al unísono, es decir, un maravilloso entendimiento de conceptos e intuiciones.
El elemento aéreo ve las pasiones e inquietudes sentimentales del mundo del agua como una enfermedad que amenaza la armonía mental. Para él, las pasiones y dolores son producto de la poca claridad y de la ceguera, que taponan al claro pensar y discernir. Cuando esta maraña mental se despeja, se produce el indescriptible estado al cual el tipo elevado de aire aspira continuamente: la imperturbable alegría del sabio.
En la esfera científica, el elemento aire aspira a lo metafísico, a la CIENCIA DURA regida por las leyes de la lógica. EL no es empírico como el terrestre sino, más bien, ESPECULATIVO, aspirando a conocer el edificio entero del cosmos.
En lo artístico, pretende expresar la belleza del mundo de las ideas más que llegar a la perfección de las formas físicas (tierra), al romanticismo (agua) o a la energía dinámica pura (fuego). El elemento aire quiere expresar en su arte un símbolo de la VERDAD a la que aspira.
En lo moral, lo que el tipo aéreo considera como mal es el obrar contra la convicción verdadera propia. El pecado es tratar de socavar el edificio de la propia verdad y el peor de todos los males es la mentira.
Clase 032 ELEMENTO FUEGO
Simboliza, por un lado, los ideales y la intuición espiritual y, por otro, los instintos y el temperamento colérico.
Ciertamente, en este elemento se manifiesta un contraste notorio, por una parte tenemos al ser activo, sincero, noble, espontáneo, idealista, valeroso, intuitivo y buscador de la verdad pero, por el otro, al individuo colérico, pasional, bruto, animalizado, instintivo, egocéntrico y violento.
El fuego es el elemento menos denso de los 4, pues es la energía intensa de la combustión.
En lo espiritual, representa la cálida luz interna de la conciencia que alumbra al SER y su conducta pero, en lo animalizado, significa el fuego de los instintos que quema al ser desde dentro.
El elemento fuego es el ideal o la moral personal, así como su manifestación en las acciones. Las experiencias duras o pruebas fomentadas por el elemento fuego son aquéllas en las que el organismo y las facultades funcionan a tope, aquéllas en las que los ideales son puestos en duda, las que requieren una lucha enérgica, las que motivan un conflicto a la conciencia, las que requieren un riesgo, etc.
Las vivencias felices creadas por el elemento fuego son aquéllas en las que hay sinceridad, las que brindan salud y vitalidad, las que consiguen un bienestar para la conciencia, las que proporcionan acciones exitosas, etc.
Algunas analogías para este elemento son las siguientes, en las que se ha de tener en cuenta que debajo de cada cualidad armónica del elemento, se añade otra desarmónica también perteneciente a dicho elemento.
Salud Ideales
Derroche de la vitalidad Pasiones
Optimismo Intuición
Jolgorio incontrolado Instintos
Sinceridad Valentía
Brusquedad Temeridad
Fortaleza de carácter Espíritu batallador
Tiranía Agresividad
Seguridad Energía
Orgullo Violencia
Individualidad enérgica Espiritualidad
Egocentrismo Animalidad
Deporte
Actividades violentas
Todos los signos de fuego son positivos (extrovertidos): figura 41.
Dichos signos son el Carnero, el León y el Centauro, los cuales forman el primer triángulo o triplicidad (Fig. 42).
SIMBOLISMO PROFUNDO.
El elemento fuego es el que corresponde a la naturaleza más activa del zodíaco y representa al YO o la voluntad. Los signos de fuego ante todo tienen una vivencia intensa de su YO, de su voluntad y de sus TENDENCIAS MORALES. Esta CONCIENCIA o voluntad es la ESENCIA más profunda del hombre.
Todo acto está respaldado por una fuerza moral (noción de lo correcto y de lo incorrecto) y, hasta cierto punto, por una dosis de OPTIMISMO que da el elemento fuego.
Frente a las fuerzas llamadas energía moral, optimismo, conciencia y voluntad, el fuego, como contraposición en su vertiente disonante, da un comportamiento PASIONAL E INSTINTIVO.
El signo fogoso está de continuo impulsado por una fuerza interior a desplegar una INTENSA ACTIVIDAD. En el caso del signo del Carnero, se trata de imponer la propia voluntad como un pionero que no retrocede ante nada, por lo que su tónica es la del luchador. EL signo del León, en cambio, es más sereno y consciente de su poder creativo a la vez que posee gran valentía, por lo que su tipo es el creativo.
El signo del Centauro tiene como máxima el llegar siempre más lejos y superarse continuamente, guiándose por una Ley superior o ideal, por lo que su forma de ser es la del superador.
El ser de fuego, en general, es IDEALISTA, ENTUSIASTA Y ALEGRE. El afirma su vida continuamente, con metas futuras claras y derroche de vitalidad.
En lo mental, atiende más a su INTUICION o visión personal de las cosas que a los razonamientos lógicos. En un intercambio de opiniones, sobre todo defenderá las suyas con mucha fuerza y gran énfasis, aunque quizás no con mucho sentido común y, eso sí, bastante apasionamiento. Lo peor para él es que se derrumbe su edificio moral e ideal.
En lo moral, el ideal supremo del fuego es la conquista de su LIBERTAD bajo el único mandato de su conciencia. Y de ahí que la diferencia entre el fuego desarrollado y el vulgar esté precisamente en la calidad moral de su conciencia.
Los dos extremos posibles están más distantes uno del otro que en el caso de los otros tres elementos: aire, agua y tierra.
Ello se debe a que en el elemento fuego estamos hablando de la voluntad, esencia u origen del BIEN y del MAL.
En el arte, el fuego tenderá a expresar una energía dinámica externa o MOVIMIENTO y, en lo interno, una continua lucha entre la alegría y la tristeza, al igual que entre el bien y el mal. Los motivos serán de LUCHA, TRIUNFO o DESTRUCCION. En lo sexual, es tremendamente VITAL y DIRECTO, manifestando una gran SINCERIDAD o un claro ABUSO de la pareja. El triángulo de fuego, en síntesis, es el principio de tónica ESPIRITUALISTA y, como oposición, puede llegar a ser un verdadero animalito manejado por sus INSTINTOS AGRESIVOS.
Ciertamente, en este elemento se manifiesta un contraste notorio, por una parte tenemos al ser activo, sincero, noble, espontáneo, idealista, valeroso, intuitivo y buscador de la verdad pero, por el otro, al individuo colérico, pasional, bruto, animalizado, instintivo, egocéntrico y violento.
El fuego es el elemento menos denso de los 4, pues es la energía intensa de la combustión.
En lo espiritual, representa la cálida luz interna de la conciencia que alumbra al SER y su conducta pero, en lo animalizado, significa el fuego de los instintos que quema al ser desde dentro.
El elemento fuego es el ideal o la moral personal, así como su manifestación en las acciones. Las experiencias duras o pruebas fomentadas por el elemento fuego son aquéllas en las que el organismo y las facultades funcionan a tope, aquéllas en las que los ideales son puestos en duda, las que requieren una lucha enérgica, las que motivan un conflicto a la conciencia, las que requieren un riesgo, etc.
Las vivencias felices creadas por el elemento fuego son aquéllas en las que hay sinceridad, las que brindan salud y vitalidad, las que consiguen un bienestar para la conciencia, las que proporcionan acciones exitosas, etc.
Algunas analogías para este elemento son las siguientes, en las que se ha de tener en cuenta que debajo de cada cualidad armónica del elemento, se añade otra desarmónica también perteneciente a dicho elemento.
Salud Ideales
Derroche de la vitalidad Pasiones
Optimismo Intuición
Jolgorio incontrolado Instintos
Sinceridad Valentía
Brusquedad Temeridad
Fortaleza de carácter Espíritu batallador
Tiranía Agresividad
Seguridad Energía
Orgullo Violencia
Individualidad enérgica Espiritualidad
Egocentrismo Animalidad
Deporte
Actividades violentas
Todos los signos de fuego son positivos (extrovertidos): figura 41.
Dichos signos son el Carnero, el León y el Centauro, los cuales forman el primer triángulo o triplicidad (Fig. 42).
SIMBOLISMO PROFUNDO.
El elemento fuego es el que corresponde a la naturaleza más activa del zodíaco y representa al YO o la voluntad. Los signos de fuego ante todo tienen una vivencia intensa de su YO, de su voluntad y de sus TENDENCIAS MORALES. Esta CONCIENCIA o voluntad es la ESENCIA más profunda del hombre.
Todo acto está respaldado por una fuerza moral (noción de lo correcto y de lo incorrecto) y, hasta cierto punto, por una dosis de OPTIMISMO que da el elemento fuego.
Frente a las fuerzas llamadas energía moral, optimismo, conciencia y voluntad, el fuego, como contraposición en su vertiente disonante, da un comportamiento PASIONAL E INSTINTIVO.
El signo fogoso está de continuo impulsado por una fuerza interior a desplegar una INTENSA ACTIVIDAD. En el caso del signo del Carnero, se trata de imponer la propia voluntad como un pionero que no retrocede ante nada, por lo que su tónica es la del luchador. EL signo del León, en cambio, es más sereno y consciente de su poder creativo a la vez que posee gran valentía, por lo que su tipo es el creativo.
El signo del Centauro tiene como máxima el llegar siempre más lejos y superarse continuamente, guiándose por una Ley superior o ideal, por lo que su forma de ser es la del superador.
El ser de fuego, en general, es IDEALISTA, ENTUSIASTA Y ALEGRE. El afirma su vida continuamente, con metas futuras claras y derroche de vitalidad.
En lo mental, atiende más a su INTUICION o visión personal de las cosas que a los razonamientos lógicos. En un intercambio de opiniones, sobre todo defenderá las suyas con mucha fuerza y gran énfasis, aunque quizás no con mucho sentido común y, eso sí, bastante apasionamiento. Lo peor para él es que se derrumbe su edificio moral e ideal.
En lo moral, el ideal supremo del fuego es la conquista de su LIBERTAD bajo el único mandato de su conciencia. Y de ahí que la diferencia entre el fuego desarrollado y el vulgar esté precisamente en la calidad moral de su conciencia.
Los dos extremos posibles están más distantes uno del otro que en el caso de los otros tres elementos: aire, agua y tierra.
Ello se debe a que en el elemento fuego estamos hablando de la voluntad, esencia u origen del BIEN y del MAL.
En el arte, el fuego tenderá a expresar una energía dinámica externa o MOVIMIENTO y, en lo interno, una continua lucha entre la alegría y la tristeza, al igual que entre el bien y el mal. Los motivos serán de LUCHA, TRIUNFO o DESTRUCCION. En lo sexual, es tremendamente VITAL y DIRECTO, manifestando una gran SINCERIDAD o un claro ABUSO de la pareja. El triángulo de fuego, en síntesis, es el principio de tónica ESPIRITUALISTA y, como oposición, puede llegar a ser un verdadero animalito manejado por sus INSTINTOS AGRESIVOS.
Clase 031 Triplicidades o triangulos de elementos
Es seguramente la clasificación más importante de los signos zodiacales, aun cuando la más potente es el conjunto de todas las clasificaciones aplicadas a cada uno de los signos.
Esta división de triplicidades reparte el zodíaco en cuatro grupos de tres signos, llamándose triplicidad a cada grupo de tres.
Los cuatro elementos o las cuatro triplicidades son los signos de fuego, de tierra, de aire y de agua. Como se observa en la figura 42, a partir del signo del Carnero se continúan series en el orden fuego-tierra-aire-agua-fuego-tierra-, etc.
Esta filosofía de los 4 elementos de la naturaleza viene del mundo griego antiguo pero, en realidad, de mucho antes.
El origen de los 4 elementos se encuentra en las 4 cualidades primitivas, del modo siguiente (Fig. 43):
FUEGO: CALIENTE Y SECO.
AIRE: CALIENTE Y HUMEDO.
AGUA: FRIA Y HUMEDA.
TIERRA: FRIA Y SECA.
El símbolo de cada uno de los elementos se encuentra en la figura 44.
dichos símbolos conduce a la formación de la estrella de David o Sello de Salomón, clave esotérica con su base en el número 6.
El triángulo con la punta hacia arriba significa lo ideal y lo abstracto mientras que, el triángulo con la punta hacia abajo, representa lo concreto y lo material.
En la unión de ambos triángulos, el del espíritu y el de la materia, encontramos el perfecto equilibrio, es decir, la unión íntima entre el Macrocosmos y el Microcosmos, la armonía entre el hombre y su ambiente y, en definitiva, el YUG, UNION...
El fuego simboliza el ideal, el aire el intelecto, el agua el sentimiento y la tierra la materia.
Los elementos fuego y aire tienen el triángulo con la punta hacia arriba, indicando el idealismo o la falta de concreción.
El aire posee una línea horizontal que representa un filtro antepuesto al ideal -el intelecto- el cual puede perfeccionar el ideal o anularlo. En cambio, el fuego es espontáneo del todo.
El agua y la tierra tienen su triángulo mirando hacia lo material, pero el agua no tiene barreras previas, indicando su sensibilidad hacia la naturaleza pero también su desprotección. La tierra, en cambio, sí posee una raya horizontal, la cual representa su gran prudencia, a la vez que su conservadurismo.
Ahora paso a describir cada uno de los elementos por separado.
Esta división de triplicidades reparte el zodíaco en cuatro grupos de tres signos, llamándose triplicidad a cada grupo de tres.
Los cuatro elementos o las cuatro triplicidades son los signos de fuego, de tierra, de aire y de agua. Como se observa en la figura 42, a partir del signo del Carnero se continúan series en el orden fuego-tierra-aire-agua-fuego-tierra-, etc.
Esta filosofía de los 4 elementos de la naturaleza viene del mundo griego antiguo pero, en realidad, de mucho antes.
El origen de los 4 elementos se encuentra en las 4 cualidades primitivas, del modo siguiente (Fig. 43):
FUEGO: CALIENTE Y SECO.
AIRE: CALIENTE Y HUMEDO.
AGUA: FRIA Y HUMEDA.
TIERRA: FRIA Y SECA.
El símbolo de cada uno de los elementos se encuentra en la figura 44.
dichos símbolos conduce a la formación de la estrella de David o Sello de Salomón, clave esotérica con su base en el número 6.
El triángulo con la punta hacia arriba significa lo ideal y lo abstracto mientras que, el triángulo con la punta hacia abajo, representa lo concreto y lo material.
En la unión de ambos triángulos, el del espíritu y el de la materia, encontramos el perfecto equilibrio, es decir, la unión íntima entre el Macrocosmos y el Microcosmos, la armonía entre el hombre y su ambiente y, en definitiva, el YUG, UNION...
El fuego simboliza el ideal, el aire el intelecto, el agua el sentimiento y la tierra la materia.
Los elementos fuego y aire tienen el triángulo con la punta hacia arriba, indicando el idealismo o la falta de concreción.
El aire posee una línea horizontal que representa un filtro antepuesto al ideal -el intelecto- el cual puede perfeccionar el ideal o anularlo. En cambio, el fuego es espontáneo del todo.
El agua y la tierra tienen su triángulo mirando hacia lo material, pero el agua no tiene barreras previas, indicando su sensibilidad hacia la naturaleza pero también su desprotección. La tierra, en cambio, sí posee una raya horizontal, la cual representa su gran prudencia, a la vez que su conservadurismo.
Ahora paso a describir cada uno de los elementos por separado.
martes, 22 de septiembre de 2009
Clase 030 Exaltaciones y caidas de las octavas superiores
Quien haya estudiado ya algo de cosmobiología se habrá dado cuenta de que los signos que he atribuido como lugares de exaltación de las octavas superiores no coinciden con los que suelen mencionarse en algunas obras. Pero antes de comenzar con los porqués, también hay que decir que tradicionalmente a MERCURIO se le asigna la Virgen como signo de exaltación, aparte de que es su domicilio nocturno.
Ello, para empezar, sería una anormalidad con respecto a los demás planetas, pues ninguno de ellos se exalta y se domicilia en un mismo signo. Según nuestra opinión, durante la Era de Piscis Mercurio se exaltó en la Virgen, correspondiendo al intelecto analítico y contrapuesto a la religión (Peces, signo opuesto a la Virgen). Pero a partir de 1948, comienzo de la Era de Aquarius, Mercurio se exalta en el Aguador, el signo de los inventos modernos, la intuición y el razonamiento de síntesis. Por otro lado, la propia intuición y el razonamiento analógico nos llevan a dar una concepción como válida: el planeta del intelecto se exalta en el signo de la intuición y la investigación.
Veamos ahora la exaltación de las octavas superiores.
URANO.
Para muchos autores Urano se exalta en Escorpión, seguramente por los modos bruscos que a veces tiene ese signo y por sus rasgos de inspiración. Pero, a mi entender, la inspiración escorpioniana es emocional y no mental, a la vez que sus brusquedades son plutonianas (conflictos internos) y no uranianas (excentricidad y desapego emocional). Por tanto, nos parece perfectamente lógica la atribución del signo de los Gemelos como lugar de exaltación de Urano. Es ahora el genio intelectual (Urano) el que se exalta en el mundo del pensamiento veloz y buscador (Gemelos).
NEPTUNO.
En relación con lo mencionado acerca de la inspiración mística del Escorpión, consideramos a Escorpión como signo de exaltación de NEPTUNO. Puesto que no se trata de mencionar grandes cosmobiólogos sin más, veamos ahora qué razones avalan la afirmación. La palabra-clave de Escorpión es YO CALLO, indicando que este signo es místico, con capacidad de introspección y con un mundo interno rico y complejo. Su inspiración, además de su tendencia a la evasión o a la sublimación, evidentemente la toma de Neptuno. Si no, no se explicaría cómo un signo drástico y a la vez sensible, estaría influenciado sólo por los dos planetas más enérgicos del zodíaco: Marte y Plutón. De aquí se deduce que Neptuno es el que suaviza la fuerza escorpioniana externamente y la intensifica en cuanto a complejidad psíquica interna.
También podríamos llegar al mismo razonamiento por eliminación, viendo qué signos no son exaltación de ningún planeta y estudiando sus posibles afinidades, lo cual sería demasiado largo. Sólo voy a comentar que no pocos astrólogos consideran al León como signo de exaltación de Neptuno, lo cual entiendo que tiene muy pocas probabilidades de ser cierto. El León no tiene cualidades místicas pasivas, ni de retiro interno ni de emotividad delicada. Sus características casi son contrarias.
PLUTON.
Pasemos ahora a Plutón, la última de las tres octavas superiores descubierta, que muchos astrólogos consideran en exaltación en el signo del Carnero, aun cuando desde siempre el Sol se ha exaltado tradicionalmente allí. Si Plutón se exaltara junto al Sol en el Carnero, la simetría y la perfección ya comprobadas del zodíaco quedarían rotas. Pero, aparte de cuestiones estéticas, entiendo que Plutón no afina con el Carnero por los siguientes motivos:
Plutón se caracteriza ante todo por su energía interna, su actividad externa y, no hay que olvidar que, también, por su capacidad de interiorización simultánea a las anteriores facetas. Esa cualidad de la introspección no es propia del Carnero, el cual no se caracteriza por la interiorización, la auto-observación ni el trabajo de transformación interna. El Carnero vive, se desarrolla y toma conciencia de sí mismo a través de la acción enérgica hacia fuera.
Pienso que Plutón se exalta en el León por varios motivos. Por eliminación, los signos en los cuales no se exalta ningún planeta por el momento son el León, la Virgen y el Centauro. En la Virgen no se puede exaltar el planeta de la sexualidad (Plutón), ni en el jovial y extrovertido Centauro el planeta del trabajo intenso sobre uno mismo (Plutón), aparte de que el comportamiento del Centauro no es plutoniano, debido a la afinidad con lo social que le da Júpiter.
Veamos ahora qué motivos respaldan la hipotética exaltación de Plutón en el León.
En primer lugar, el signo del León se caracteriza por su poderosa energía interna y su vitalidad sexual aparte de que, por estar regido por el planeta de la conciencia (Sol), es un buen signo para la exaltación del desarrollo de la conciencia (Plutón). En sentido desarmónico, el León se comporta con cierto descontrol en el plano sexual, con abundantes roces interpersonales y con pasiones intensas difíciles de dominar, siendo todas éstas unas cualidades generadas por Plutón en su aspecto desarmónico.
Las cualidades que daría Plutón con caída en el Aguador (opuesto al León) serían, en sentido armónico, el aplacamiento o merma de fuerza de los instintos y la autoconciencia a través del saber y el conocimiento; y, en su vertiente disonante, la falta de poder para autotransformarse por demasiado intelectualismo y poca práctica como, también, la poca energía vital en la lucha contra los obstáculos de la vida.
Volviendo ahora al concepto de perfección ideal y estética del zodíaco, resulta más lógico pensar que, en el supuesto de que se descubrieran los planetas transplutonianos X e Y, quedarían 12 planetas astrológicos exaltados cada uno de ellos en un signo diferente. Así, la supuesta octava superior de Júpiter se exaltaría en el Centauro y, la de Saturno, en el signo de la Virgen.
Ello, para empezar, sería una anormalidad con respecto a los demás planetas, pues ninguno de ellos se exalta y se domicilia en un mismo signo. Según nuestra opinión, durante la Era de Piscis Mercurio se exaltó en la Virgen, correspondiendo al intelecto analítico y contrapuesto a la religión (Peces, signo opuesto a la Virgen). Pero a partir de 1948, comienzo de la Era de Aquarius, Mercurio se exalta en el Aguador, el signo de los inventos modernos, la intuición y el razonamiento de síntesis. Por otro lado, la propia intuición y el razonamiento analógico nos llevan a dar una concepción como válida: el planeta del intelecto se exalta en el signo de la intuición y la investigación.
Veamos ahora la exaltación de las octavas superiores.
URANO.
Para muchos autores Urano se exalta en Escorpión, seguramente por los modos bruscos que a veces tiene ese signo y por sus rasgos de inspiración. Pero, a mi entender, la inspiración escorpioniana es emocional y no mental, a la vez que sus brusquedades son plutonianas (conflictos internos) y no uranianas (excentricidad y desapego emocional). Por tanto, nos parece perfectamente lógica la atribución del signo de los Gemelos como lugar de exaltación de Urano. Es ahora el genio intelectual (Urano) el que se exalta en el mundo del pensamiento veloz y buscador (Gemelos).
NEPTUNO.
En relación con lo mencionado acerca de la inspiración mística del Escorpión, consideramos a Escorpión como signo de exaltación de NEPTUNO. Puesto que no se trata de mencionar grandes cosmobiólogos sin más, veamos ahora qué razones avalan la afirmación. La palabra-clave de Escorpión es YO CALLO, indicando que este signo es místico, con capacidad de introspección y con un mundo interno rico y complejo. Su inspiración, además de su tendencia a la evasión o a la sublimación, evidentemente la toma de Neptuno. Si no, no se explicaría cómo un signo drástico y a la vez sensible, estaría influenciado sólo por los dos planetas más enérgicos del zodíaco: Marte y Plutón. De aquí se deduce que Neptuno es el que suaviza la fuerza escorpioniana externamente y la intensifica en cuanto a complejidad psíquica interna.
También podríamos llegar al mismo razonamiento por eliminación, viendo qué signos no son exaltación de ningún planeta y estudiando sus posibles afinidades, lo cual sería demasiado largo. Sólo voy a comentar que no pocos astrólogos consideran al León como signo de exaltación de Neptuno, lo cual entiendo que tiene muy pocas probabilidades de ser cierto. El León no tiene cualidades místicas pasivas, ni de retiro interno ni de emotividad delicada. Sus características casi son contrarias.
PLUTON.
Pasemos ahora a Plutón, la última de las tres octavas superiores descubierta, que muchos astrólogos consideran en exaltación en el signo del Carnero, aun cuando desde siempre el Sol se ha exaltado tradicionalmente allí. Si Plutón se exaltara junto al Sol en el Carnero, la simetría y la perfección ya comprobadas del zodíaco quedarían rotas. Pero, aparte de cuestiones estéticas, entiendo que Plutón no afina con el Carnero por los siguientes motivos:
Plutón se caracteriza ante todo por su energía interna, su actividad externa y, no hay que olvidar que, también, por su capacidad de interiorización simultánea a las anteriores facetas. Esa cualidad de la introspección no es propia del Carnero, el cual no se caracteriza por la interiorización, la auto-observación ni el trabajo de transformación interna. El Carnero vive, se desarrolla y toma conciencia de sí mismo a través de la acción enérgica hacia fuera.
Pienso que Plutón se exalta en el León por varios motivos. Por eliminación, los signos en los cuales no se exalta ningún planeta por el momento son el León, la Virgen y el Centauro. En la Virgen no se puede exaltar el planeta de la sexualidad (Plutón), ni en el jovial y extrovertido Centauro el planeta del trabajo intenso sobre uno mismo (Plutón), aparte de que el comportamiento del Centauro no es plutoniano, debido a la afinidad con lo social que le da Júpiter.
Veamos ahora qué motivos respaldan la hipotética exaltación de Plutón en el León.
En primer lugar, el signo del León se caracteriza por su poderosa energía interna y su vitalidad sexual aparte de que, por estar regido por el planeta de la conciencia (Sol), es un buen signo para la exaltación del desarrollo de la conciencia (Plutón). En sentido desarmónico, el León se comporta con cierto descontrol en el plano sexual, con abundantes roces interpersonales y con pasiones intensas difíciles de dominar, siendo todas éstas unas cualidades generadas por Plutón en su aspecto desarmónico.
Las cualidades que daría Plutón con caída en el Aguador (opuesto al León) serían, en sentido armónico, el aplacamiento o merma de fuerza de los instintos y la autoconciencia a través del saber y el conocimiento; y, en su vertiente disonante, la falta de poder para autotransformarse por demasiado intelectualismo y poca práctica como, también, la poca energía vital en la lucha contra los obstáculos de la vida.
Volviendo ahora al concepto de perfección ideal y estética del zodíaco, resulta más lógico pensar que, en el supuesto de que se descubrieran los planetas transplutonianos X e Y, quedarían 12 planetas astrológicos exaltados cada uno de ellos en un signo diferente. Así, la supuesta octava superior de Júpiter se exaltaría en el Centauro y, la de Saturno, en el signo de la Virgen.
Clase 029 Dignidades y debilidades planetarias
LAS DIGNIDADES PLANETARIAS.
Las DIGNIDADES son posiciones de los planetas en signos concretos que, por efecto de la combinación de ambos, hacen que planeta y signo se vean dignificados o beneficiados.
Hay dos dignidades: el DOMICILIO O REGENCIA y la EXALTACION.
Cada planeta tiene uno o dos domicilios (Mercurio, por ejemplo, tiene su domicilio o se domicilia en los Gemelos y en la Virgen), lo cual no quiere decir que en una carta astral concreta esté en ese momento en su signo de domicilio. Sucede lo mismo que con las personas: tenemos nuestro domicilio en tal o cual sitio, pero no siempre estamos en casa.
Por analogía, Neptuno se exalta en el Escorpión, por ejemplo, lo cual no quiere decir que Neptuno esté siempre exaltado (en su signo de exaltación).
Los gráficos números 38 y 39 muestran los diferentes signos en los cuales los planetas están en domicilio o regencia y aquellos en los que se encuentran en exaltación.
Es importante decir que, aunque el planeta no esté en su regencia en una carta astral, él es siempre el REGENTE de ese signo o, lo que es lo mismo, el signo y su regente están siempre relacionados aunque no estén juntos.
Lo mismo sucede, aunque de forma secundaria, con el planeta que se exalta en un signo en concreto pues, aunque ese astro no esté exaltado (situado en su signo de exaltación) en una carta, ambos permanecen siempre relacionados.
Lo anterior quiere decir que el planeta o los planetas que rigen un signo y el planeta que se exalta en ese signo (si lo hay), dan gran parte de las características armónicas en primera instancia que posee ese signo. Un ejemplo es el del signo del Carnero, que tomaría cualidades de Marte (regente) y del Sol, que se exalta en dicho signo, aun cuando ninguno de los dos estuviera en esa porción zodiacal en un determinado horóscopo. En el círculo de los domicilios o regencias (Fig. 40), se observa que, dividiendo el zodíaco en dos partes iguales a partir de 0º del León, este signo (regido por la luminaria diurna: Sol) queda en una mitad y, el Cangrejo (regido por la luminaria nocturna: Luna), queda en la otra.
Así, por otra parte vemos que estos dos signos se oponen respectivamente al Aguador (co-regido por saturno) y al Macho Cabrío (regido por Saturno). En definitiva, las dos luminarias, símbolos de la luz, se oponen a Saturno, representación de la obscuridad.
Además, con esa línea divisoria se observa que la disposición de los planetas regentes es simétrica a ambos lados de ella: Sol-Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Estos eran los planetas tradicionales pero, a partir del descubrimiento de las octavas superiores, Urano pasa a ser regente del Aguador y Saturno a corregente (antes era regente); Neptuno se coloca como regente de los Peces y Júpiter como corregente del mismo; y, para finalizar, Plutón se sitúa como regente del Escorpión y Marte como corregente.
Las tres octavas superiores se han atribuido a estos tres signos como sus regentes, a través del estudio de sus afinidades e influencias.
En el caso de los planetas que poseen dos domicilios (todos menos las luminarias y las octavas superiores), uno es denominado DOMICILIO DIURNO y otro DOMICILIO NOCTURNO.
El domicilio diurno es aquél en el que el planeta en cuestión y el signo que éste rige son ambos positivos o negativos. Para ello, Mercurio es considerado positivo, aun cuando se le había clasificado como neutro.
Así, el cuadro de domicilios diurnos y nocturnos es:
PLANETA DOMIC. DIURNO DOMIC. NOCTURNO
MERCURIO (+) GEMELOS (+) VIRGEN (-)
VENUS (-) TORO (-) BALANZA (+)
MARTE (+) CARNERO (+) ESCORPION (-)
JUPITER (+) CENTAURO (+) PECES (-)
SATURNO (-) MACHO CABRIO (-) AGUADOR (+)
En el domicilio diurno la influencia planetaria se manifiesta con mayor facilidad y fuerza, pues hay una afinidad aumentada al coincidir la cualidad + o - del astro con la del signo.
Mercurio muestra en los Gemelos una inteligencia comunicativa mientras que en la Virgen el intelecto es más analítico.
Venus manifiesta en el Toro un intenso amor que hace vibrar los sentidos y, en la Balanza, este planeta genera amabilidad social y el concepto mental de la belleza.
Marte en el Carnero demuestra la actividad externa y, en el Escorpión, la energía interna.
Júpiter en el Centauro manifiesta la expansividad, generosidad y alegría externamente mientras que, en los Peces, crea la bondad y la esperanza internas.
Saturno en el Macho Cabrío origina la voluntad y firmeza internas a la vez que, en el Aguador, genera la constancia intelectual expresada comunicativamente.
El sistema de los domicilios tendría que contar con el descubrimiento de dos nuevos planetas transplutonianos para ser totalmente perfecto. Estos dos supuestos astros (X e Y) serían las octavas superiores de Jupiter y Saturno, quedando un modelo astrológico perfecto de 12 planetas astrológicos y 12 signos ya que, el Sol y la Luna, por ser las luminarias, no pueden tener octavas superiores.
LAS DEBILIDADES PLANETARIAS.
Veamos ahora qué son las DEBILIDADES. Evidentemente, son posiciones en signos en los cuales los planetas se hacen desarmónicos, perdiendo calidad o fuerza.
Las DEBILIDADES son el EXILIO o DETRIMENTO y la CAIDA. Un planeta está en exilio cuando se encuentra situado en el signo opuesto al que está en domicilio. Es decir, la tabla de los exilios (Fig. 38) se obtiene colocando los planetas en los signos opuestos a los de la tabla de los domicilios. Y esto es debido a que los signos opuestos son complementarios o aun contrarios (ley de polaridad), tal como se estudiará más adelante. Por todo ello, un planeta que está en afinidad con un signo, como es el caso del domicilio, está en desarmonía con el signo contrario (exilio). Igual sucede con la caída, pues un planeta está en caída en el signo opuesto al que se encuentra en exaltación. Para obtener la tabla de caídas (Fig.39) invertimos la de las exaltaciones.
RESUMEN.
En síntesis, las dignidades son el DOMICILIO y la EXALTACION; mientras que las debilidades son la CAIDA y el EXILIO.
En general, podemos decir que el domicilio y el exilio se refieren a mejor o peor calidad, respectivamente, de las energías planetarias. En cambio, la exaltación y la caída se refieren a aumento de cantidad de fuerza o disminución en fuerza, respectivamente, de la vibración planetaria.
Veamos en el siguiente cuadro las implicaciones diferenciales que ello tiene:
PLANETA DOMICILIO EXALTACION
SOL LEO CARNERO
Calidad de la individualidad Energía del yo
LUNA CANGREJO TORO
Calidad de sentimiento Energía de sentimiento
MERCURIO GEMELOS y VIRGEN AGUADOR
Calidad de intelecto Energía intelectual
VENUS TORO y BALANZA PECES
Calidad de amor Energía en el amor
MARTE CARNERO y ESCORPION MACHO CABRIO
Calidad de acción Energía de acción
JUPITER CENTAURO y PECES CANGREJO
Calidad en el dar Energía en el dar
SATURNO MACHO CABRIO y AGUADOR BALANZA
Calidad en la voluntad Energía en la voluntad
URANO AGUADOR GEMELOS
Calidad en la originalidad Energía en lo original
NEPTUNO PECES ESCORPION
Calidad mística Energía mística
PLUTON ESCORPION LEON
Calidad en lo sexual y Energía en lo sexual y
en la autotransformación autotransformador
El cuadro comparativo del exilio y la caída es:
PLANETA EXILIO CAIDA
SOL AGUADOR BALANZA
Poca calidad Debilidad de la
individual individualidad
LUNA MACHO CABRIO ESCORPION
Poca calidad del Debilidad del
sentimiento dulce sentimiento dulce
MERCURIO CENTAURO y PECES LEON
Poca calidad Poca fuerza en lo
intelectual intelectual
VENUS ESCORPION y CARNERO VIRGEN
Poca calidad del amor Poca fuerza de amor
MARTE BALANZA y TORO CANGREJO
Baja calidad de acción Debilidad de acción
JUPITER GEMELOS y VIRGEN MACHO CABRIO
Baja calidad en la Debilidad de la
sociabilidad sociabilidad
SATURNO CANGREJO y LEON CARNERO
Baja calidad de Debilidad de la
la voluntad voluntad
URANO LEON CENTAURO
Baja calidad de Debilidad de la
la originalidad originalidad
NEPTUNO VIRGEN TORO
Baja calidad de la Poca fuerza de lo
mística místico
PLUTON TORO AGUADOR
Poca calidad en la Poca fuerza en la
autotransformación autotransformación
Ambos cuadros son solamente orientativos y su concreción en la práctica se estudiará en la parte de curso correspondiente a la interpretación de la carta astral.
Al igual que sucede con las dignidades, el planeta que se exilia o cae en un signo concreto siempre está unido por lazos sutiles a dicho signo, aun cuando en la carta astral no esté ni en exilio ni en caída.
El razonamiento para llegar a dicha conclusión es lógico pues, si un planeta al pasar por sus signos de domicilio, exilio, exaltación o caída produce efectos especiales, quiere decir que entre ese planeta y dichos signos existen relaciones también especiales, lo cual no sucede cuando el astro está PEREGRINO. Un planeta está peregrino cuando no se haya ni en dignidad ni en debilidad, siendo su estado de normalidad, es decir, que no es especial, como en el caso del domicilio, el exilio, la exaltación o la caída.
Como ya se ha dicho, los planetas que tienen dignidad (domicilio o exaltación) o debilidad (exilio o caída) en un determinado signo, siguen ligados a esa porción zodiacal en todo momento, aun cuando en una determinada carta astral no se encuentren en ella. Es decir, al signo del León, por ejemplo, están "atados" el Sol (regente), Plutón (se exalta en él) y, en menor medida: Urano y Saturno (se exilian en él) y Mercurio (cae en el León), aun cuando en un horóscopo determinado ninguno de ellos esté en dicho signo. Las repercusiones que esto tiene se verán en la parte de interpretación pero, por el momento, nos sirven para definir las cualidades permanentes del signo.
Por ello, cuando hablamos de cada signo por separado, se dedica un apartado a sus dignidades o debilidades. No ha de extrañar que para cada dignidad o debilidad se mencionen cualidades tanto armónicas como desarmónicas aunque, en principio, las dignidades son de carácter consonante y las debilidades son disonantes. Un exilio puede llegar a ser armónico o una exaltación ser disonante, igual que ya se comentó que un planeta benéfico (Júpiter o Venus) puede ser desarmónico en ciertos casos, dependiendo ello fundamentalmente de las relaciones planeta-signo y planeta- planetas (aspectos), todo lo cual se estudia a fondo en secciones posteriores.
En definitiva, el motivo por el que se expresan en los apartados titulados "dignidades y debilidades" de cada signo las cualidades armónicas y desarmónicas de ambos es porque, en ciertos casos, éstas pueden llegar a darse.
Las DIGNIDADES son posiciones de los planetas en signos concretos que, por efecto de la combinación de ambos, hacen que planeta y signo se vean dignificados o beneficiados.
Hay dos dignidades: el DOMICILIO O REGENCIA y la EXALTACION.
Cada planeta tiene uno o dos domicilios (Mercurio, por ejemplo, tiene su domicilio o se domicilia en los Gemelos y en la Virgen), lo cual no quiere decir que en una carta astral concreta esté en ese momento en su signo de domicilio. Sucede lo mismo que con las personas: tenemos nuestro domicilio en tal o cual sitio, pero no siempre estamos en casa.
Por analogía, Neptuno se exalta en el Escorpión, por ejemplo, lo cual no quiere decir que Neptuno esté siempre exaltado (en su signo de exaltación).
Los gráficos números 38 y 39 muestran los diferentes signos en los cuales los planetas están en domicilio o regencia y aquellos en los que se encuentran en exaltación.
Es importante decir que, aunque el planeta no esté en su regencia en una carta astral, él es siempre el REGENTE de ese signo o, lo que es lo mismo, el signo y su regente están siempre relacionados aunque no estén juntos.
Lo mismo sucede, aunque de forma secundaria, con el planeta que se exalta en un signo en concreto pues, aunque ese astro no esté exaltado (situado en su signo de exaltación) en una carta, ambos permanecen siempre relacionados.
Lo anterior quiere decir que el planeta o los planetas que rigen un signo y el planeta que se exalta en ese signo (si lo hay), dan gran parte de las características armónicas en primera instancia que posee ese signo. Un ejemplo es el del signo del Carnero, que tomaría cualidades de Marte (regente) y del Sol, que se exalta en dicho signo, aun cuando ninguno de los dos estuviera en esa porción zodiacal en un determinado horóscopo. En el círculo de los domicilios o regencias (Fig. 40), se observa que, dividiendo el zodíaco en dos partes iguales a partir de 0º del León, este signo (regido por la luminaria diurna: Sol) queda en una mitad y, el Cangrejo (regido por la luminaria nocturna: Luna), queda en la otra.
Así, por otra parte vemos que estos dos signos se oponen respectivamente al Aguador (co-regido por saturno) y al Macho Cabrío (regido por Saturno). En definitiva, las dos luminarias, símbolos de la luz, se oponen a Saturno, representación de la obscuridad.
Además, con esa línea divisoria se observa que la disposición de los planetas regentes es simétrica a ambos lados de ella: Sol-Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Estos eran los planetas tradicionales pero, a partir del descubrimiento de las octavas superiores, Urano pasa a ser regente del Aguador y Saturno a corregente (antes era regente); Neptuno se coloca como regente de los Peces y Júpiter como corregente del mismo; y, para finalizar, Plutón se sitúa como regente del Escorpión y Marte como corregente.
Las tres octavas superiores se han atribuido a estos tres signos como sus regentes, a través del estudio de sus afinidades e influencias.
En el caso de los planetas que poseen dos domicilios (todos menos las luminarias y las octavas superiores), uno es denominado DOMICILIO DIURNO y otro DOMICILIO NOCTURNO.
El domicilio diurno es aquél en el que el planeta en cuestión y el signo que éste rige son ambos positivos o negativos. Para ello, Mercurio es considerado positivo, aun cuando se le había clasificado como neutro.
Así, el cuadro de domicilios diurnos y nocturnos es:
PLANETA DOMIC. DIURNO DOMIC. NOCTURNO
MERCURIO (+) GEMELOS (+) VIRGEN (-)
VENUS (-) TORO (-) BALANZA (+)
MARTE (+) CARNERO (+) ESCORPION (-)
JUPITER (+) CENTAURO (+) PECES (-)
SATURNO (-) MACHO CABRIO (-) AGUADOR (+)
En el domicilio diurno la influencia planetaria se manifiesta con mayor facilidad y fuerza, pues hay una afinidad aumentada al coincidir la cualidad + o - del astro con la del signo.
Mercurio muestra en los Gemelos una inteligencia comunicativa mientras que en la Virgen el intelecto es más analítico.
Venus manifiesta en el Toro un intenso amor que hace vibrar los sentidos y, en la Balanza, este planeta genera amabilidad social y el concepto mental de la belleza.
Marte en el Carnero demuestra la actividad externa y, en el Escorpión, la energía interna.
Júpiter en el Centauro manifiesta la expansividad, generosidad y alegría externamente mientras que, en los Peces, crea la bondad y la esperanza internas.
Saturno en el Macho Cabrío origina la voluntad y firmeza internas a la vez que, en el Aguador, genera la constancia intelectual expresada comunicativamente.
El sistema de los domicilios tendría que contar con el descubrimiento de dos nuevos planetas transplutonianos para ser totalmente perfecto. Estos dos supuestos astros (X e Y) serían las octavas superiores de Jupiter y Saturno, quedando un modelo astrológico perfecto de 12 planetas astrológicos y 12 signos ya que, el Sol y la Luna, por ser las luminarias, no pueden tener octavas superiores.
LAS DEBILIDADES PLANETARIAS.
Veamos ahora qué son las DEBILIDADES. Evidentemente, son posiciones en signos en los cuales los planetas se hacen desarmónicos, perdiendo calidad o fuerza.
Las DEBILIDADES son el EXILIO o DETRIMENTO y la CAIDA. Un planeta está en exilio cuando se encuentra situado en el signo opuesto al que está en domicilio. Es decir, la tabla de los exilios (Fig. 38) se obtiene colocando los planetas en los signos opuestos a los de la tabla de los domicilios. Y esto es debido a que los signos opuestos son complementarios o aun contrarios (ley de polaridad), tal como se estudiará más adelante. Por todo ello, un planeta que está en afinidad con un signo, como es el caso del domicilio, está en desarmonía con el signo contrario (exilio). Igual sucede con la caída, pues un planeta está en caída en el signo opuesto al que se encuentra en exaltación. Para obtener la tabla de caídas (Fig.39) invertimos la de las exaltaciones.
RESUMEN.
En síntesis, las dignidades son el DOMICILIO y la EXALTACION; mientras que las debilidades son la CAIDA y el EXILIO.
En general, podemos decir que el domicilio y el exilio se refieren a mejor o peor calidad, respectivamente, de las energías planetarias. En cambio, la exaltación y la caída se refieren a aumento de cantidad de fuerza o disminución en fuerza, respectivamente, de la vibración planetaria.
Veamos en el siguiente cuadro las implicaciones diferenciales que ello tiene:
PLANETA DOMICILIO EXALTACION
SOL LEO CARNERO
Calidad de la individualidad Energía del yo
LUNA CANGREJO TORO
Calidad de sentimiento Energía de sentimiento
MERCURIO GEMELOS y VIRGEN AGUADOR
Calidad de intelecto Energía intelectual
VENUS TORO y BALANZA PECES
Calidad de amor Energía en el amor
MARTE CARNERO y ESCORPION MACHO CABRIO
Calidad de acción Energía de acción
JUPITER CENTAURO y PECES CANGREJO
Calidad en el dar Energía en el dar
SATURNO MACHO CABRIO y AGUADOR BALANZA
Calidad en la voluntad Energía en la voluntad
URANO AGUADOR GEMELOS
Calidad en la originalidad Energía en lo original
NEPTUNO PECES ESCORPION
Calidad mística Energía mística
PLUTON ESCORPION LEON
Calidad en lo sexual y Energía en lo sexual y
en la autotransformación autotransformador
El cuadro comparativo del exilio y la caída es:
PLANETA EXILIO CAIDA
SOL AGUADOR BALANZA
Poca calidad Debilidad de la
individual individualidad
LUNA MACHO CABRIO ESCORPION
Poca calidad del Debilidad del
sentimiento dulce sentimiento dulce
MERCURIO CENTAURO y PECES LEON
Poca calidad Poca fuerza en lo
intelectual intelectual
VENUS ESCORPION y CARNERO VIRGEN
Poca calidad del amor Poca fuerza de amor
MARTE BALANZA y TORO CANGREJO
Baja calidad de acción Debilidad de acción
JUPITER GEMELOS y VIRGEN MACHO CABRIO
Baja calidad en la Debilidad de la
sociabilidad sociabilidad
SATURNO CANGREJO y LEON CARNERO
Baja calidad de Debilidad de la
la voluntad voluntad
URANO LEON CENTAURO
Baja calidad de Debilidad de la
la originalidad originalidad
NEPTUNO VIRGEN TORO
Baja calidad de la Poca fuerza de lo
mística místico
PLUTON TORO AGUADOR
Poca calidad en la Poca fuerza en la
autotransformación autotransformación
Ambos cuadros son solamente orientativos y su concreción en la práctica se estudiará en la parte de curso correspondiente a la interpretación de la carta astral.
Al igual que sucede con las dignidades, el planeta que se exilia o cae en un signo concreto siempre está unido por lazos sutiles a dicho signo, aun cuando en la carta astral no esté ni en exilio ni en caída.
El razonamiento para llegar a dicha conclusión es lógico pues, si un planeta al pasar por sus signos de domicilio, exilio, exaltación o caída produce efectos especiales, quiere decir que entre ese planeta y dichos signos existen relaciones también especiales, lo cual no sucede cuando el astro está PEREGRINO. Un planeta está peregrino cuando no se haya ni en dignidad ni en debilidad, siendo su estado de normalidad, es decir, que no es especial, como en el caso del domicilio, el exilio, la exaltación o la caída.
Como ya se ha dicho, los planetas que tienen dignidad (domicilio o exaltación) o debilidad (exilio o caída) en un determinado signo, siguen ligados a esa porción zodiacal en todo momento, aun cuando en una determinada carta astral no se encuentren en ella. Es decir, al signo del León, por ejemplo, están "atados" el Sol (regente), Plutón (se exalta en él) y, en menor medida: Urano y Saturno (se exilian en él) y Mercurio (cae en el León), aun cuando en un horóscopo determinado ninguno de ellos esté en dicho signo. Las repercusiones que esto tiene se verán en la parte de interpretación pero, por el momento, nos sirven para definir las cualidades permanentes del signo.
Por ello, cuando hablamos de cada signo por separado, se dedica un apartado a sus dignidades o debilidades. No ha de extrañar que para cada dignidad o debilidad se mencionen cualidades tanto armónicas como desarmónicas aunque, en principio, las dignidades son de carácter consonante y las debilidades son disonantes. Un exilio puede llegar a ser armónico o una exaltación ser disonante, igual que ya se comentó que un planeta benéfico (Júpiter o Venus) puede ser desarmónico en ciertos casos, dependiendo ello fundamentalmente de las relaciones planeta-signo y planeta- planetas (aspectos), todo lo cual se estudia a fondo en secciones posteriores.
En definitiva, el motivo por el que se expresan en los apartados titulados "dignidades y debilidades" de cada signo las cualidades armónicas y desarmónicas de ambos es porque, en ciertos casos, éstas pueden llegar a darse.
Clase 028 Los Signos Zodiacales
Casi todos los libros de astrología dan una descripción del Sol en los 12 signos zodiacales y no de los 12 signos en sí, lo cual es bien diferente. Así, estos textos especifican: Carnero, del 21 de marzo al 21 de abril; Toro, del 22 de abril al 22 de mayo, etc.
Entiendo que este es un importante error por dos motivos. El primero es que el lector confunde "el signo" con "el Sol en el signo", cuando realmente la descripción y el estudio del signo en sí han de ser mucho más grandes para que, el estudiante, en la interpretación, tenga una idea suficientemente amplia de cada signo. De ese modo será capaz de combinar intuitivamente no sólo las cualidades del Sol en los 12 signos sino, también, las de la Luna, Mercurio, Venus, etc. en cada una de las porciones zodiacales. Por tanto, las características del signo zodiacal en sí son mucho más amplias que las del Sol en ese signo, aun cuando el Sol simboliza la individualidad.
El segundo riesgo importante es que, al describir las cualidades del Sol en cada signo sin antes estudiar las del signo en esencia, el lector interpreta incorrectamente que esas características que se explican, prácticamente son absolutas, cuando en la realidad la posición del Sol está modulada por multitud de otros factores astrológicos del horóscopo. Además, un signo no sólo puede representar cualidades psicológicas sino, también, tipos de experiencia o de ambientes externos. Por ello, primero se habla en este curso de que la Luna es romántica o de que el signo del Carnero es impulsivo, pero no se dice que los "nativos del Carnero" sean impulsivos pues, sencillamente, no tienen por qué serlo siempre en la misma medida. Por eso es importante comprender que se está aprendiendo el alfabeto de la Astrología y que aun es pronto para hacer estudios psicológicos a personas concretas. Estudie los planetas y los signos sólo como símbolos aun cuando, claro está, es conveniente comparar con la vida real.
CONSTELACIONES AL NORTE Y CONSTELACIONES AL SUR.
En esta parte del curso dedicada a los signos zodiacales, hay una sección para cada signo relativa a las "constelaciones próximas", la cual en la práctica viene dividida en dos epígrafes: "constelaciones al norte" y "constelaciones al sur". En él se hace un estudio simbólico-astrológico de todas las constelaciones celestes, principalmente a la luz de la Mitología.
Se trata de dividir a la esfera celeste en 12 gajos como si de una naranja se tratara. Esto se ha hecho a partir del planisferio que se adjunta como póster, cuyo sistema de coordenadas parte de los dos polos celestes (prolongación de los terrestres). El problema de dividir en "gajos" a la bóveda por este sistema es que, con el tiempo, la precesión equinoccial hace que los polos celestes se vayan desplazando en el cielo y, por tanto, el sistema de coordenadas completo también varía.
Esto no ocurría, en cambio, al usar un sistema que tuviera a la eclíptica como "ecuador" y, a las puntas del eje eclíptico, como "polos." Ello sería así porque la eclíptica es fija y ese sistema de coordenadas no se mueve.
En definitiva, en el planisferio ecuatorial de este libro nos vamos a guiar por los gajos que figuran demarcados en rojo, ya que corresponden a la anchura en el cielo de las constelaciones reales. Todas las "constelaciones no zodiacales" que se encuentran por arriba y por abajo de cada constelación zodiacal (dentro de su gajo correspondiente), dan una riqueza muy importante de matices en la interpretación de los atributos de cada constelación zodiacal y del signo zodiacal que le corresponde. Es decir, que no sólo intervienen sobre la Tierra las constelaciones zodiacales sino, también, todos los grupos estelares del cielo. Podríamos decir que las diferentes fuerzas mentales de las constelaciones de un gajo o zona se centralizan en la constelación zodiacal correspondiente, que es aquella por donde pasa el Sol.
Como puede observar, para delimitar los gajos seguimos dos reglas sencillas: 1) Si dos constelaciones zodiacales se superponen en sus extremos, se halla el punto medio entre la última estrella que le pertenece a cada una, teniendo en cuenta el dibujo o figura fundamental de cada constelación; 2) Si dos constelaciones zodiacales dejan un espacio vacío entre sus límites, también se calcula el punto de la misma forma.
Entiendo que este es un importante error por dos motivos. El primero es que el lector confunde "el signo" con "el Sol en el signo", cuando realmente la descripción y el estudio del signo en sí han de ser mucho más grandes para que, el estudiante, en la interpretación, tenga una idea suficientemente amplia de cada signo. De ese modo será capaz de combinar intuitivamente no sólo las cualidades del Sol en los 12 signos sino, también, las de la Luna, Mercurio, Venus, etc. en cada una de las porciones zodiacales. Por tanto, las características del signo zodiacal en sí son mucho más amplias que las del Sol en ese signo, aun cuando el Sol simboliza la individualidad.
El segundo riesgo importante es que, al describir las cualidades del Sol en cada signo sin antes estudiar las del signo en esencia, el lector interpreta incorrectamente que esas características que se explican, prácticamente son absolutas, cuando en la realidad la posición del Sol está modulada por multitud de otros factores astrológicos del horóscopo. Además, un signo no sólo puede representar cualidades psicológicas sino, también, tipos de experiencia o de ambientes externos. Por ello, primero se habla en este curso de que la Luna es romántica o de que el signo del Carnero es impulsivo, pero no se dice que los "nativos del Carnero" sean impulsivos pues, sencillamente, no tienen por qué serlo siempre en la misma medida. Por eso es importante comprender que se está aprendiendo el alfabeto de la Astrología y que aun es pronto para hacer estudios psicológicos a personas concretas. Estudie los planetas y los signos sólo como símbolos aun cuando, claro está, es conveniente comparar con la vida real.
CONSTELACIONES AL NORTE Y CONSTELACIONES AL SUR.
En esta parte del curso dedicada a los signos zodiacales, hay una sección para cada signo relativa a las "constelaciones próximas", la cual en la práctica viene dividida en dos epígrafes: "constelaciones al norte" y "constelaciones al sur". En él se hace un estudio simbólico-astrológico de todas las constelaciones celestes, principalmente a la luz de la Mitología.
Se trata de dividir a la esfera celeste en 12 gajos como si de una naranja se tratara. Esto se ha hecho a partir del planisferio que se adjunta como póster, cuyo sistema de coordenadas parte de los dos polos celestes (prolongación de los terrestres). El problema de dividir en "gajos" a la bóveda por este sistema es que, con el tiempo, la precesión equinoccial hace que los polos celestes se vayan desplazando en el cielo y, por tanto, el sistema de coordenadas completo también varía.
Esto no ocurría, en cambio, al usar un sistema que tuviera a la eclíptica como "ecuador" y, a las puntas del eje eclíptico, como "polos." Ello sería así porque la eclíptica es fija y ese sistema de coordenadas no se mueve.
En definitiva, en el planisferio ecuatorial de este libro nos vamos a guiar por los gajos que figuran demarcados en rojo, ya que corresponden a la anchura en el cielo de las constelaciones reales. Todas las "constelaciones no zodiacales" que se encuentran por arriba y por abajo de cada constelación zodiacal (dentro de su gajo correspondiente), dan una riqueza muy importante de matices en la interpretación de los atributos de cada constelación zodiacal y del signo zodiacal que le corresponde. Es decir, que no sólo intervienen sobre la Tierra las constelaciones zodiacales sino, también, todos los grupos estelares del cielo. Podríamos decir que las diferentes fuerzas mentales de las constelaciones de un gajo o zona se centralizan en la constelación zodiacal correspondiente, que es aquella por donde pasa el Sol.
Como puede observar, para delimitar los gajos seguimos dos reglas sencillas: 1) Si dos constelaciones zodiacales se superponen en sus extremos, se halla el punto medio entre la última estrella que le pertenece a cada una, teniendo en cuenta el dibujo o figura fundamental de cada constelación; 2) Si dos constelaciones zodiacales dejan un espacio vacío entre sus límites, también se calcula el punto de la misma forma.
Clase 027 Anatomia, Patología y Pscologia Planetarias
ANATOMIA PLANETARIA.
De acuerdo a la ley hermética de vibración, cada órgano del cuerpo tiene una frecuencia energética determinada. Esto hace que halla correspondencias entre las diferentes partes del cuerpo humano y los planetas, así como los signos zodiacales, lo cual se verá en el apartado correspondiente.
Todo este tema pertenece a la Cosmomedicina y la astrodiagnosis, para las cuales se necesita un buen estudio de la interpretación astrológica. Por ello, aquí sólo puedo dar unas nociones elementales y primarias.
Paso ahora a enumerar las mencionadas correspondencias:
SOL: corazón y sistema circulatorio. Espalda y columna vertebral. Glándula pineal.
LUNA: estómago. Pechos y órganos sexuales internos de la mujer. Glándula pituitaria.
MERCURIO: sistema respiratorio. Zonas cerebrales del lenguaje y la inteligencia, así como las del uso de las manos.
Glándula tiroides.
VENUS: región sexual femenina externa. Partes del cuerpo que dan belleza física: cabello, pestañas, facciones, piel, etc. Sistema urinario. Glándula timo.
MARTE: sistema muscular. Aparato sexual masculino.
Páncreas endocrino.
JUPITER: hígado. Intestino delgado. Glándulas suprarrenales.
SATURNO: sistema esquelético. Bazo. Dientes. Glándulas sexuales en su vertiente endocrina.
URANO: sistema nervioso simpático. Actos reflejos.
Funciones del pensamiento superior (sistema nervioso voluntario).
NEPTUNO: sistema nervioso vegetativo parasimpático.
Cerebelo y bulbo raquídeo. El sueño.
PLUTON: sistemas de defensa. Sistema endocrino en general. Intestino grueso.
Vamos ahora a realizar un razonamiento analógico en torno al porqué de estas relaciones:
SOL: es el emisor de energías y centro del sistema solar (corazón). Hace llegar esa fuerza a todos los planetas (irrigación de los órganos). Es el eje y centro del sistema (columna vertebral).
LUNA: recibe la luz del Sol como símbolo de alimento cósmico (estómago). La relación de la revolución lunar alrededor de la Tierra (28 días) con el ciclo menstrual femenino medio (28 días), se prolonga al embarazo (10 meses lunares) y los mecanismos hormonales que regulan ambos procesos. Recuérdese que la glándula pituitaria o hipófisis está regida por la Luna.
MERCURIO: establece la unión entre el microcosmos (ser humano) y el macrocosmos (naturaleza) a través del ritmo respiratorio en un movimiento dual (inhalación-exhalación).
VENUS: Es el símbolo de la belleza física y la sexualidad femenina.
MARTE: es el principio de la acción y de las funciones motoras.
JUPITER: está relacionado con el gran órgano que es el hígado, laboratorio metabólico del cuerpo humano y, por añadidura, con el sistema digestivo y la absorción de sustancias por el intestino.
SATURNO: está en analogía con el elemento más solidificado y consistente del organismo humano: el hueso.
También tiene que ver con la destrucción de los glóbulos rojos envejecidos (bazo).
URANO: tiene relación con los reflejos y el stress, así como por un estado de superactividad del sistema nervioso. En el plano mental pone al máximo de sus posibilidades las funciones de relación y razonamiento creativos.
PALABRAS-CLAVE PARA EL ESTUDIO DE CADA PLANETA.
SOL: el YO. Individualidad. Conciencia. Unidad. Poder.
Desarrollo. Una faceta importante en la vida. El Esposo.
LUNA: Maternidad. Imaginación. Romanticismo. Timidez. La madre. Las mujeres.
MERCURIO: Intelecto. Habla. Comunicación. Rapidez.
Comercio. Mensaje. Apoyo.
VENUS: Feminidad. Sensualidad. Belleza. Arte. Comodidad.
La Esposa.
MARTE: Energía. Actuación. Lucha. Guerra. Agresividad.
Dinamismo. Accidentes. Los hombres.
JUPITER: Buena fortuna. Riqueza. Protección. Generosidad.
Mecenazgo.
SATURNO: Pruebas. Experiencia. Lentitud. Realidad. Esfuerzo.
URANO: Cambios bruscos. Intuición. Altruismo.
Originalidad. Renovación. Inventos Modernos.
NEPTUNO: Locura. Neurosis. Engaño. Desengaño. Evasión.
Ocio. Vacaciones. Experiencias Místicas.
PLUTON: Iniciación. Transmutación. Muerte. Sexo.
Kundalini.
Estos son algunos significados de los más característicos de cada planeta los cuales, por el razonamiento analógico y el progresivo despertar de la intuición, se pueden prolongar al infinito.
Con la Cosmobiología desarrollamos una mente con una alta capacidad de relación simbólica e informacional.
RELACIONES ESPIRITUALES ENTRE LOS ASTROS.
Los planetas son seres vivientes y, como tales, tienen entre ellos sus peculiares relaciones. Estas simpatías y antipatías son descritas seguidamente:
SOL: el rey de los astros, tiene por amante a Venus y por consejero al sabio Júpiter. Acuerda su mansedumbre a los demás planetas, pero combate a Marte y a Saturno, sobre todo a éste último, por amor a Venus.
LUNA: echa su malicia sobre los astros buenos y atiza el odio de los astros nefastos.
MERCURIO: es el batallador que acrecienta el sortilegio nefasto de un astro maléfico, cuando éste está en conjunción o unión con él. Al contrario, da su poder benefactor generosamente para acrecentar el de un planeta benéfico.
VENUS: es el amante del Sol, pero flirtea con la Luna, Marte y Mercurio. Es la enemiga encarnizada de Saturno.
MARTE: ama a Venus y tiene peleas con unos y con otros.
JUPITER: el filósofo, el coloso, seguro de su fuerza, está perfectamente de acuerdo con todos los planetas. El les concede su amistad un poco desdeñosamente, pero entra en lucha sin piedad cuando siente la influencia del dios de la guerra, Marte.
SATURNO: ama, al contrario, a Marte y detesta cordialmente a todos los otros, pero no se atreve a combatirlos por temor y por cobardía; no obstante, actúa disimuladamente sobre ellos. Ahora podríamos hacer un intento de explicar las antipatías y simpatías planetarias de las tres octavas superiores:
URANO: es el fraternal, el cual busca la amistad de los planetas y los respeta, pero Saturno le resulta demasiado tradicionalista, pues Urano siempre está a la última. No cabe duda de que Urano, planeta de la mente intuitiva y despierta, se siente un poco incómodo ante las profundas aguas del subconsciente Neptuno.
NEPTUNO: es un poco raro y retraído, pues toda su energía la pone en un mundo interno íntimo y espiritual, lo cual le hace estar absorto y ser poco social.
Parece que tiene bastante afinidad por Plutón, pues éste también pone buena parte de sus fuerzas en su desarrollo interno.
Aun cuando Neptuno es pacífico y amoldable, a veces se siente chocante con la alegría de Venus y de Júpiter.
PLUTON: él va a lo suyo y no se mete con nadie mientras no le entorpezcan su desarrollo personal. Aun así, bien es cierto que le gusta la espiritualidad activa y, por ello, piensa que Neptuno y la Luna son demasiado misticoncetes.
NEPTUNO: relacionado con las funciones nerviosas inconscientes. Da la tendencia a la atonía y la pasividad.
PLUTON: es la integración, el autocontrol y el control de las funciones orgánicas (sistema endocrino). Defiende al organismo de los ataques de tóxicos y microorganismos (sistemas de depuración e inmunológicos), simbolizando en ellos un tipo de agresividad para mantener y preservar la vida. La potencia sexual está también influida por él.
PATOLOGIA PLANETARIA (INFLUENCIAS DESARMONICAS SOBRE EL CUERPO HUMANO).
SOL: ataca la vista, la piel, da fiebre y gasta el corazón.
LUNA: dispensa cansancio, enflaquecimiento, enfermedades mentales, cólicos y mal de estómago. Desarreglos en sistema linfático, ovarios y útero. Depresión emocional.
MERCURIO: da pequeñas dosis de locura, manías y tics.
Vuelve nervioso, agitado y crea inquietud, trastornos del habla, la memoria y la respiración.
VENUS: enfermedades venéreas. Impurezas de la sangre, riñones y orina. Problemas derivados de la falta de ejercicio y del erotismo desenfrenado.
MARTE: él predispone a pesadillas, insomnio, fiebres, etc. Enfermedades infecciosas como la viruela. Quemaduras.
Puede ser bastante desarmónico y causar heridas por objetos cortantes, así como crear accidentes y operaciones quirúrgicas.
JUPITER: indigestión, congestión, hígado, etc. Es el benéfico mayor pero puede llevar a excesos, sobre todo en la comida.
SATURNO: predispone a caries, reumatismos, resfriados, etc. Da envejecimiento, enfermedades crónicas, estreñimiento, etc. Es el gran desarmónico.
URANO: crisis, parálisis, espasmos, stress, etc.
NEPTUNO: confusión y desorientación psíquica; agotamiento, neurosis, mediumnidad descontrolada, obsesión, embriaguez, (delirium tremens) y drogadicción. Estados de sopor o trance. Alteraciones en la función del sueño.
Anormalidades y perversiones sexuales.
PLUTON: desarreglos endocrinos y sexuales. Falta de defensas inmunitarias. Malformaciones hereditarias. SIDA.
Alteraciones genéticas.
CORRESPONDENCIAS PSICOLOGICAS DE LOS PLANETAS.
SOL: individualidad. Características psicológicas profundas. Conciencia del Yo.
LUNA: imaginación. Receptividad. Memoria. Instinto materno. Pasividad.
MERCURIO: intelecto. Razonamiento. Lenguaje. Abstracción. Relaciones mentales. Manualidades.
VENUS: amor. Unión. Sentimiento. Sentido estético.
Sexualidad femenina.
MARTE: Facultades motoras. Acción. Vigor. Sexualidad masculina.
JUPITER: Capacidad social. Extroversión. Generosidad.
Alegría. Felicidad.
SATURNO: Voluntad. Disciplina. Concentración. Estudios prolongados. Capacidad de trabajo.
URANO: Intuición. Originalidad. Ingenio. Renovación.
Independencia. Reflejos.
NEPTUNO: Clarividencia. Misticismo. Inspiración artística. Subconsciente. Memoria de vidas pasadas.
PLUTON: Transmutación. Energía interna. Continuidad de la conciencia. Equilibrio psicológico. Energía vital total. Autoperfeccionamiento.
LOS ANIMALES Y LOS PLANETAS.
SOL: león y puma. Los perros.
LUNA: moluscos y animales de la costa. Animales nocturnos como el búho. El gato.
MERCURIO: animales astutos y veloces como el zorro, el chimpancé, el caballo, el guepardo, etc. El loro.
VENUS: animales bellos como la paloma, el cisne, etc.
MARTE: animales agresivos como el tigre, el rinoceronte, etc.
JUPITER: animales grandes como la ballena, el hipopótamo, etc.
SATURNO: animales carroñeros como el buitre y la hiena. El cuervo.
URANO: animales exóticos o aquellos que emiten luz o electricidad.
NEPTUNO: peces de alta mar o de profundidad.
PLUTON: águila, animales subterráneos como el topo; insectos, reptiles.
TRASLACION DE LOS PLANETAS EN EL ZODIACO.
Sol: 1 año.
Luna: 28 días.
Mercurio: 88 días.
Venus: 224 días.
Marte: 1'88 años.
Júpiter: 11'86 años.
Saturno: 29'46 años.
Urano: 84'01 años.
Neptuno: 164'1 años.
Plutón: 247'7 años.
De acuerdo a la ley hermética de vibración, cada órgano del cuerpo tiene una frecuencia energética determinada. Esto hace que halla correspondencias entre las diferentes partes del cuerpo humano y los planetas, así como los signos zodiacales, lo cual se verá en el apartado correspondiente.
Todo este tema pertenece a la Cosmomedicina y la astrodiagnosis, para las cuales se necesita un buen estudio de la interpretación astrológica. Por ello, aquí sólo puedo dar unas nociones elementales y primarias.
Paso ahora a enumerar las mencionadas correspondencias:
SOL: corazón y sistema circulatorio. Espalda y columna vertebral. Glándula pineal.
LUNA: estómago. Pechos y órganos sexuales internos de la mujer. Glándula pituitaria.
MERCURIO: sistema respiratorio. Zonas cerebrales del lenguaje y la inteligencia, así como las del uso de las manos.
Glándula tiroides.
VENUS: región sexual femenina externa. Partes del cuerpo que dan belleza física: cabello, pestañas, facciones, piel, etc. Sistema urinario. Glándula timo.
MARTE: sistema muscular. Aparato sexual masculino.
Páncreas endocrino.
JUPITER: hígado. Intestino delgado. Glándulas suprarrenales.
SATURNO: sistema esquelético. Bazo. Dientes. Glándulas sexuales en su vertiente endocrina.
URANO: sistema nervioso simpático. Actos reflejos.
Funciones del pensamiento superior (sistema nervioso voluntario).
NEPTUNO: sistema nervioso vegetativo parasimpático.
Cerebelo y bulbo raquídeo. El sueño.
PLUTON: sistemas de defensa. Sistema endocrino en general. Intestino grueso.
Vamos ahora a realizar un razonamiento analógico en torno al porqué de estas relaciones:
SOL: es el emisor de energías y centro del sistema solar (corazón). Hace llegar esa fuerza a todos los planetas (irrigación de los órganos). Es el eje y centro del sistema (columna vertebral).
LUNA: recibe la luz del Sol como símbolo de alimento cósmico (estómago). La relación de la revolución lunar alrededor de la Tierra (28 días) con el ciclo menstrual femenino medio (28 días), se prolonga al embarazo (10 meses lunares) y los mecanismos hormonales que regulan ambos procesos. Recuérdese que la glándula pituitaria o hipófisis está regida por la Luna.
MERCURIO: establece la unión entre el microcosmos (ser humano) y el macrocosmos (naturaleza) a través del ritmo respiratorio en un movimiento dual (inhalación-exhalación).
VENUS: Es el símbolo de la belleza física y la sexualidad femenina.
MARTE: es el principio de la acción y de las funciones motoras.
JUPITER: está relacionado con el gran órgano que es el hígado, laboratorio metabólico del cuerpo humano y, por añadidura, con el sistema digestivo y la absorción de sustancias por el intestino.
SATURNO: está en analogía con el elemento más solidificado y consistente del organismo humano: el hueso.
También tiene que ver con la destrucción de los glóbulos rojos envejecidos (bazo).
URANO: tiene relación con los reflejos y el stress, así como por un estado de superactividad del sistema nervioso. En el plano mental pone al máximo de sus posibilidades las funciones de relación y razonamiento creativos.
PALABRAS-CLAVE PARA EL ESTUDIO DE CADA PLANETA.
SOL: el YO. Individualidad. Conciencia. Unidad. Poder.
Desarrollo. Una faceta importante en la vida. El Esposo.
LUNA: Maternidad. Imaginación. Romanticismo. Timidez. La madre. Las mujeres.
MERCURIO: Intelecto. Habla. Comunicación. Rapidez.
Comercio. Mensaje. Apoyo.
VENUS: Feminidad. Sensualidad. Belleza. Arte. Comodidad.
La Esposa.
MARTE: Energía. Actuación. Lucha. Guerra. Agresividad.
Dinamismo. Accidentes. Los hombres.
JUPITER: Buena fortuna. Riqueza. Protección. Generosidad.
Mecenazgo.
SATURNO: Pruebas. Experiencia. Lentitud. Realidad. Esfuerzo.
URANO: Cambios bruscos. Intuición. Altruismo.
Originalidad. Renovación. Inventos Modernos.
NEPTUNO: Locura. Neurosis. Engaño. Desengaño. Evasión.
Ocio. Vacaciones. Experiencias Místicas.
PLUTON: Iniciación. Transmutación. Muerte. Sexo.
Kundalini.
Estos son algunos significados de los más característicos de cada planeta los cuales, por el razonamiento analógico y el progresivo despertar de la intuición, se pueden prolongar al infinito.
Con la Cosmobiología desarrollamos una mente con una alta capacidad de relación simbólica e informacional.
RELACIONES ESPIRITUALES ENTRE LOS ASTROS.
Los planetas son seres vivientes y, como tales, tienen entre ellos sus peculiares relaciones. Estas simpatías y antipatías son descritas seguidamente:
SOL: el rey de los astros, tiene por amante a Venus y por consejero al sabio Júpiter. Acuerda su mansedumbre a los demás planetas, pero combate a Marte y a Saturno, sobre todo a éste último, por amor a Venus.
LUNA: echa su malicia sobre los astros buenos y atiza el odio de los astros nefastos.
MERCURIO: es el batallador que acrecienta el sortilegio nefasto de un astro maléfico, cuando éste está en conjunción o unión con él. Al contrario, da su poder benefactor generosamente para acrecentar el de un planeta benéfico.
VENUS: es el amante del Sol, pero flirtea con la Luna, Marte y Mercurio. Es la enemiga encarnizada de Saturno.
MARTE: ama a Venus y tiene peleas con unos y con otros.
JUPITER: el filósofo, el coloso, seguro de su fuerza, está perfectamente de acuerdo con todos los planetas. El les concede su amistad un poco desdeñosamente, pero entra en lucha sin piedad cuando siente la influencia del dios de la guerra, Marte.
SATURNO: ama, al contrario, a Marte y detesta cordialmente a todos los otros, pero no se atreve a combatirlos por temor y por cobardía; no obstante, actúa disimuladamente sobre ellos. Ahora podríamos hacer un intento de explicar las antipatías y simpatías planetarias de las tres octavas superiores:
URANO: es el fraternal, el cual busca la amistad de los planetas y los respeta, pero Saturno le resulta demasiado tradicionalista, pues Urano siempre está a la última. No cabe duda de que Urano, planeta de la mente intuitiva y despierta, se siente un poco incómodo ante las profundas aguas del subconsciente Neptuno.
NEPTUNO: es un poco raro y retraído, pues toda su energía la pone en un mundo interno íntimo y espiritual, lo cual le hace estar absorto y ser poco social.
Parece que tiene bastante afinidad por Plutón, pues éste también pone buena parte de sus fuerzas en su desarrollo interno.
Aun cuando Neptuno es pacífico y amoldable, a veces se siente chocante con la alegría de Venus y de Júpiter.
PLUTON: él va a lo suyo y no se mete con nadie mientras no le entorpezcan su desarrollo personal. Aun así, bien es cierto que le gusta la espiritualidad activa y, por ello, piensa que Neptuno y la Luna son demasiado misticoncetes.
NEPTUNO: relacionado con las funciones nerviosas inconscientes. Da la tendencia a la atonía y la pasividad.
PLUTON: es la integración, el autocontrol y el control de las funciones orgánicas (sistema endocrino). Defiende al organismo de los ataques de tóxicos y microorganismos (sistemas de depuración e inmunológicos), simbolizando en ellos un tipo de agresividad para mantener y preservar la vida. La potencia sexual está también influida por él.
PATOLOGIA PLANETARIA (INFLUENCIAS DESARMONICAS SOBRE EL CUERPO HUMANO).
SOL: ataca la vista, la piel, da fiebre y gasta el corazón.
LUNA: dispensa cansancio, enflaquecimiento, enfermedades mentales, cólicos y mal de estómago. Desarreglos en sistema linfático, ovarios y útero. Depresión emocional.
MERCURIO: da pequeñas dosis de locura, manías y tics.
Vuelve nervioso, agitado y crea inquietud, trastornos del habla, la memoria y la respiración.
VENUS: enfermedades venéreas. Impurezas de la sangre, riñones y orina. Problemas derivados de la falta de ejercicio y del erotismo desenfrenado.
MARTE: él predispone a pesadillas, insomnio, fiebres, etc. Enfermedades infecciosas como la viruela. Quemaduras.
Puede ser bastante desarmónico y causar heridas por objetos cortantes, así como crear accidentes y operaciones quirúrgicas.
JUPITER: indigestión, congestión, hígado, etc. Es el benéfico mayor pero puede llevar a excesos, sobre todo en la comida.
SATURNO: predispone a caries, reumatismos, resfriados, etc. Da envejecimiento, enfermedades crónicas, estreñimiento, etc. Es el gran desarmónico.
URANO: crisis, parálisis, espasmos, stress, etc.
NEPTUNO: confusión y desorientación psíquica; agotamiento, neurosis, mediumnidad descontrolada, obsesión, embriaguez, (delirium tremens) y drogadicción. Estados de sopor o trance. Alteraciones en la función del sueño.
Anormalidades y perversiones sexuales.
PLUTON: desarreglos endocrinos y sexuales. Falta de defensas inmunitarias. Malformaciones hereditarias. SIDA.
Alteraciones genéticas.
CORRESPONDENCIAS PSICOLOGICAS DE LOS PLANETAS.
SOL: individualidad. Características psicológicas profundas. Conciencia del Yo.
LUNA: imaginación. Receptividad. Memoria. Instinto materno. Pasividad.
MERCURIO: intelecto. Razonamiento. Lenguaje. Abstracción. Relaciones mentales. Manualidades.
VENUS: amor. Unión. Sentimiento. Sentido estético.
Sexualidad femenina.
MARTE: Facultades motoras. Acción. Vigor. Sexualidad masculina.
JUPITER: Capacidad social. Extroversión. Generosidad.
Alegría. Felicidad.
SATURNO: Voluntad. Disciplina. Concentración. Estudios prolongados. Capacidad de trabajo.
URANO: Intuición. Originalidad. Ingenio. Renovación.
Independencia. Reflejos.
NEPTUNO: Clarividencia. Misticismo. Inspiración artística. Subconsciente. Memoria de vidas pasadas.
PLUTON: Transmutación. Energía interna. Continuidad de la conciencia. Equilibrio psicológico. Energía vital total. Autoperfeccionamiento.
LOS ANIMALES Y LOS PLANETAS.
SOL: león y puma. Los perros.
LUNA: moluscos y animales de la costa. Animales nocturnos como el búho. El gato.
MERCURIO: animales astutos y veloces como el zorro, el chimpancé, el caballo, el guepardo, etc. El loro.
VENUS: animales bellos como la paloma, el cisne, etc.
MARTE: animales agresivos como el tigre, el rinoceronte, etc.
JUPITER: animales grandes como la ballena, el hipopótamo, etc.
SATURNO: animales carroñeros como el buitre y la hiena. El cuervo.
URANO: animales exóticos o aquellos que emiten luz o electricidad.
NEPTUNO: peces de alta mar o de profundidad.
PLUTON: águila, animales subterráneos como el topo; insectos, reptiles.
TRASLACION DE LOS PLANETAS EN EL ZODIACO.
Sol: 1 año.
Luna: 28 días.
Mercurio: 88 días.
Venus: 224 días.
Marte: 1'88 años.
Júpiter: 11'86 años.
Saturno: 29'46 años.
Urano: 84'01 años.
Neptuno: 164'1 años.
Plutón: 247'7 años.
Clase 026 Otras Clasificaciones planetarias
PLANETAS RAPIDOS.
Cuando la velocidad del planeta en el día tomado en cuenta es mayor que el movimiento diario medio del astro.
Recordemos que los planetas astrológicos vistos desde la Tierra no tienen siempre la misma velocidad, ya que se trata de velocidades relativas entre el movimiento del astro y el de nuestro planeta.
Un planeta rápido desencadenará antes sus efectos.
La velocidad media diaria de los planetas es:
SOL: 59' 8''
MERCURIO: 1º 19'
VENUS: 1º 15'
MARTE: 38'
JUPITER: 4' 50''
SATURNO: 3' 49''
URANO: 3'
NEPTUNO: 1' 40''
PLUTON: 45''
LUNA: 13º 58'
De lo que resulta que los planetas por orden de mayor a menor rapidez son:
LUNA... MERCURIO... VENUS... SOL... MARTE... JUPITER...
SATURNO... URANO... NEPTUNO... PLUTON
PLANETAS LENTOS.
Los que tienen una velocidad menor al movimiento diario medio en el día considerado.
Un planeta lento es más tardío en su actuación.
PLANETAS DIRECTOS.
Aquellos que se ven girando en sentido normal (sentido contrario a las agujas del reloj en el horóscopo) proyectados perpendicularmente sobre la eclíptica. Es decir, teniendo sólo en cuenta su longitud eclíptica.
Vistos desde la Tierra, los planetas astrológicos menos el SOL y la LUNA pueden divisarse recorriendo la eclíptica hacia atrás o, también, quedando quietos o estacionarios, lo cual se debe a movimientos relativos entre la Tierra y dichos planetas. Si en un determinado momento la Tierra "adelanta" a un planeta, nosotros lo vemos ir hacia atrás (fig. 35-B)
El motivo de que no podamos ver retrogradar el Sol es el que la Tierra gira directamente alrededor suyo. En cambio, en el caso de la Tierra y Marte, por ejemplo, ambos se trasladan en torno a un mismo centro, lo cual hace posible el fenómeno de la RETROGRADACION APARENTE.
La causa de que la Luna no pueda retrogradar está en que nuestro satélite gira alrededor de la Tierra.
Por último y como ya se ha indicado, el motivo de que los demás planetas astrológicos retrograden es que la Tierra y ellos giran alrededor de un mismo eje (el Sol) a diferentes velocidades.
Un planeta directo es uniforme y progresivo en sus resultados.
Este sentido normal de giro da en principio un dato de cariz armónico a favor del planeta.
PLANETAS RETROGRADOS.
Van retrocediendo sobre la eclíptica proyectados perpendicularmente sobre ella. Significa un efecto entorpecido y retardado; indica interrupción y resultado incompleto.
PLANETAS ESTACIONARIOS.
En un determinado momento del rizo aparente del planeta, éste queda parado, tanto al final del sentido directo al pasar al retrógrado, como al finalizar el sentido retrógrado y comenzar de nuevo el directo (Fig. 36)
Significa estabilidad y duración de los efectos.
NOMENCLATURA.
Planeta directo: D
Planeta estacionario: E
Planeta retrógrado: R
Cuando la velocidad del planeta en el día tomado en cuenta es mayor que el movimiento diario medio del astro.
Recordemos que los planetas astrológicos vistos desde la Tierra no tienen siempre la misma velocidad, ya que se trata de velocidades relativas entre el movimiento del astro y el de nuestro planeta.
Un planeta rápido desencadenará antes sus efectos.
La velocidad media diaria de los planetas es:
SOL: 59' 8''
MERCURIO: 1º 19'
VENUS: 1º 15'
MARTE: 38'
JUPITER: 4' 50''
SATURNO: 3' 49''
URANO: 3'
NEPTUNO: 1' 40''
PLUTON: 45''
LUNA: 13º 58'
De lo que resulta que los planetas por orden de mayor a menor rapidez son:
LUNA... MERCURIO... VENUS... SOL... MARTE... JUPITER...
SATURNO... URANO... NEPTUNO... PLUTON
PLANETAS LENTOS.
Los que tienen una velocidad menor al movimiento diario medio en el día considerado.
Un planeta lento es más tardío en su actuación.
PLANETAS DIRECTOS.
Aquellos que se ven girando en sentido normal (sentido contrario a las agujas del reloj en el horóscopo) proyectados perpendicularmente sobre la eclíptica. Es decir, teniendo sólo en cuenta su longitud eclíptica.
Vistos desde la Tierra, los planetas astrológicos menos el SOL y la LUNA pueden divisarse recorriendo la eclíptica hacia atrás o, también, quedando quietos o estacionarios, lo cual se debe a movimientos relativos entre la Tierra y dichos planetas. Si en un determinado momento la Tierra "adelanta" a un planeta, nosotros lo vemos ir hacia atrás (fig. 35-B)
El motivo de que no podamos ver retrogradar el Sol es el que la Tierra gira directamente alrededor suyo. En cambio, en el caso de la Tierra y Marte, por ejemplo, ambos se trasladan en torno a un mismo centro, lo cual hace posible el fenómeno de la RETROGRADACION APARENTE.
La causa de que la Luna no pueda retrogradar está en que nuestro satélite gira alrededor de la Tierra.
Por último y como ya se ha indicado, el motivo de que los demás planetas astrológicos retrograden es que la Tierra y ellos giran alrededor de un mismo eje (el Sol) a diferentes velocidades.
Un planeta directo es uniforme y progresivo en sus resultados.
Este sentido normal de giro da en principio un dato de cariz armónico a favor del planeta.
PLANETAS RETROGRADOS.
Van retrocediendo sobre la eclíptica proyectados perpendicularmente sobre ella. Significa un efecto entorpecido y retardado; indica interrupción y resultado incompleto.
PLANETAS ESTACIONARIOS.
En un determinado momento del rizo aparente del planeta, éste queda parado, tanto al final del sentido directo al pasar al retrógrado, como al finalizar el sentido retrógrado y comenzar de nuevo el directo (Fig. 36)
Significa estabilidad y duración de los efectos.
NOMENCLATURA.
Planeta directo: D
Planeta estacionario: E
Planeta retrógrado: R
lunes, 21 de septiembre de 2009
Clase 025 NODOS LUNARES Y NUTACION.
La Luna realiza su revolución alrededor de la Tierra en casi 28 días, en un plano inclinado con respecto a la órbita de la Tierra alrededor del Sol (plano de la eclíptica). Ese ángulo existente entre el plano de revolución lunar y la eclíptica es de 5º 8' aproximadamente. A la vez, el ecuador lunar está inclinado 1º 31' con referencia a su plano de revolución en torno a la Tierra. Desde la perspectiva geocéntrica, se considera a la eclíptica como una circunferencia perfecta y, también, a la órbita lunar alrededor de la Tierra. Entre ambas circunferencias, inclinadas 5º 8', existen dos puntos de corte (nodos lunares: figura 33). Estas dos posiciones no las podemos considerar como los dos "equinoccios" lunares pues, en sus nodos, la Luna se sitúa a la altura de la eclíptica y no del ecuador celeste.
En realidad, todos los planetas astrológicos tienen sus nodos pues, en algún momento, cortan la eclíptica subiendo sobre ella (nodo ascendente) o bajando (nodo descendente), pero son los nodos lunares los que más se usan en la interpretación astrológica.
Al nodo lunar ascendente (fig. 33) se le llama cabeza del Dragón, siendo su símbolo el que figura en el dibujo. Al nodo lunar descendente se le denomina la Cola del Dragón.
En el zodíaco, estos dos puntos de corte están siempre en oposición uno con respecto al otro, es decir, situados a 180º entre sí.
El eje Cabeza del Dragón-Cola del Dragón se interpreta como el de las tendencias sexuales de la persona, estando representadas las benéficas en la cabeza y las disonantes en la Cola.
NUTACION.
Este es el cuarto movimiento terrestre (rotación, traslación, precesión y nutación) que vamos a tratar en este primer nivel de Cosmobiología. La nutación se debe a un bamboleo cada 18 años del plano de revolución de la Luna con respecto al plano de la eclíptica, siendo este último fijo, como ya se ha estudiado. Es decir, la nutación consiste en una rotación completa (360º) de los nodos lunares sobre la eclíptica. Así, si hoy estuviera la Cabeza del Dragón a 5º del León y la cola a 5º del Aguador, dentro de nueve años se situarían en posición inversa y, en 18 años, volverían a la primera posición.
Este bamboleo del plano orbital de la Luna provoca simultáneamente pequeñas ondulaciones en el movimiento de precesión del eje terrestre (fig. 34). Cada 18 años se produce una ondulación completa en el círculo precesional del eje terrestre, debida al bamboleo del plano orbital lunar. Como sabemos, la Tierra es más ancha por el ecuador que por los polos y, debido a ello, la Luna provoca atracciones gravitatorias diferenciales con respecto a los distintos puntos de la superficie terrestre, y viceversa. De este modo y, lentamente, el bamboleo del plano orbital de la Luna provoca la ondulación en el círculo precesional del eje terrestre.
Según el mismo mecanismo se produce la precesión, pero que no se debe a la Luna, sino a las atracciones diferenciales del Sol con respecto a los distintos puntos de la Tierra (ecuador, polos, etc.).
Simultáneamente a la precesión ocurre la nutación, que es cada una de las ondulaciones menores dentro del gran círculo precesional, llamado también año cósmico o año platónico.
En realidad, todos los planetas astrológicos tienen sus nodos pues, en algún momento, cortan la eclíptica subiendo sobre ella (nodo ascendente) o bajando (nodo descendente), pero son los nodos lunares los que más se usan en la interpretación astrológica.
Al nodo lunar ascendente (fig. 33) se le llama cabeza del Dragón, siendo su símbolo el que figura en el dibujo. Al nodo lunar descendente se le denomina la Cola del Dragón.
En el zodíaco, estos dos puntos de corte están siempre en oposición uno con respecto al otro, es decir, situados a 180º entre sí.
El eje Cabeza del Dragón-Cola del Dragón se interpreta como el de las tendencias sexuales de la persona, estando representadas las benéficas en la cabeza y las disonantes en la Cola.
NUTACION.
Este es el cuarto movimiento terrestre (rotación, traslación, precesión y nutación) que vamos a tratar en este primer nivel de Cosmobiología. La nutación se debe a un bamboleo cada 18 años del plano de revolución de la Luna con respecto al plano de la eclíptica, siendo este último fijo, como ya se ha estudiado. Es decir, la nutación consiste en una rotación completa (360º) de los nodos lunares sobre la eclíptica. Así, si hoy estuviera la Cabeza del Dragón a 5º del León y la cola a 5º del Aguador, dentro de nueve años se situarían en posición inversa y, en 18 años, volverían a la primera posición.
Este bamboleo del plano orbital de la Luna provoca simultáneamente pequeñas ondulaciones en el movimiento de precesión del eje terrestre (fig. 34). Cada 18 años se produce una ondulación completa en el círculo precesional del eje terrestre, debida al bamboleo del plano orbital lunar. Como sabemos, la Tierra es más ancha por el ecuador que por los polos y, debido a ello, la Luna provoca atracciones gravitatorias diferenciales con respecto a los distintos puntos de la superficie terrestre, y viceversa. De este modo y, lentamente, el bamboleo del plano orbital de la Luna provoca la ondulación en el círculo precesional del eje terrestre.
Según el mismo mecanismo se produce la precesión, pero que no se debe a la Luna, sino a las atracciones diferenciales del Sol con respecto a los distintos puntos de la Tierra (ecuador, polos, etc.).
Simultáneamente a la precesión ocurre la nutación, que es cada una de las ondulaciones menores dentro del gran círculo precesional, llamado también año cósmico o año platónico.
Clase 024 PRECESION EQUINOCCIAL.
Una vez entendida la diferencia entre signos (abstracción del plano mental) y constelaciones (estrellas reales en el cielo), pasamos a estudiar un movimiento de la Tierra que explica la relación entre estos dos zodíacos (intelectual y natural). Se trata de la precesión equinoccial o de los equinoccios, el tercer movimiento terrestre que utiliza el cosmobiólogo para su investigación, aparte de la traslación y de la rotación. La precesión equinoccial es una rotación del eje de la Tierra sobre su centro y que tarda 25.920 años en completarse. Es similar al movimiento de un trompo o peonza cuando comienza a perder fuerza (fig.27). En el caso de la Tierra, el centro de rotación del movimiento precesional es el propio centro terrestre o, lo que es lo mismo, el punto medio de su eje de rotación (fig. 28). De esa manera, el polo norte y el polo sur describen un circulo, mientras que el centro terrestre está relativamente inmóvil. Digo relativamente porque, en el tiempo en que los polos describen su círculo precesional, la Tierra gira 25.920 veces alrededor del Sol. Por lo tanto, se ha de entender el movimiento de precesión de los equinoccios como simultáneo y gradual respecto a la traslación. Este sutil bamboleo del eje de nuestro planeta ya era conocido por los antiguos desde hace milenios, lo cual asombra, porque la precesión es lentísima: cada 72 años un grado solamente.
La rotación precesional tiene importantes repercusiones desde la perspectiva cosmobiológica. Como se ve en la figura 29, actualmente nuestro polo celeste norte (prolongación del polo terrestre N) cae muy cerca de la estrella polar. Pero no siempre ha sido ni será así pues, como se ha explicado, el eje terrestre describe en 25.920 años un círculo. Por tanto, el eje celeste también realiza la misma circunferencia. En la figura 29 se observa cómo el polo norte celeste se va desplazando en el cielo apuntando a distintas estrellas hasta que, al cabo de 25.920 años, llega otra vez a su situación actual. Es fundamental entender que la Tierra realiza el bamboleo precesional conservando siempre su eje la misma inclinación con respecto a la perpendicular al plano orbital terrestre o eclíptica: 23º 27', tal como se detalla en la figura 28.
Debido a esto, en la figura 29 se ve cómo el radio de la circunferencia precesional mide 23º 27', siendo el centro de esta esfera (x) la perpendicular a la eclíptica. Esta perpendicular al plano orbital de la Tierra (sistema heliocéntrico) o eclíptica (sistema geocéntrico) es realmente el eje del plano de la eclíptica, tal como se ve en la figura 30. Es decir, igual que el plano del ecuador celeste tiene un eje perpendicular a él (eje de la bóveda), el plano de la eclíptica tiene otro.
En el tema que ahora se está tratando, le aconsejo que vaya despacio y no pase al punto siguiente sin haber asimilado el anterior.
El plano orbital terrestre alrededor del Sol (sistema heliocéntrico) es siempre el mismo o, dicho de otra forma, la Tierra siempre circula en torno al Sol (sistema heliocéntrico) por la misma autopista. Por tanto, desde el punto de vista geocéntrico, hemos de decir que el Sol siempre se mueve (aparentemente) en el mismo plano alrededor de la Tierra, si comparamos su recorrido con el fondo de estrellas fijas de la bóveda celeste. Esto último implica que el plano de la eclíptica está inmóvil en el cielo y, como consecuencia inmediata, el eje de este plano (eclíptico) también permanece fijo respecto a la bóveda.
Si volvemos a la figura 30, nos daremos cuenta de que el círculo precesional es el movimiento del eje celeste (prolongación del terrestre) en el cielo: y, en el centro de esta circunferencia, está el eje de la eclíptica, que jamás se mueve de su lugar. En definitiva, la precesión puede ser también definida como una rotación del eje celeste (y el terrestre) alrededor del eje eclíptico, conservándose siempre entre ambos un ángulo de 23º 27'.
Los conceptos anteriores pueden afianzarse aun más consultando de nuevo la figura 30. La precesión consiste en un bamboleo del eje de la Tierra y, por tanto, del eje celeste, extensión del primero. Pero además es inmediato pensar que, al bambolearse el eje de la Tierra, el ecuador terrestre también realiza el giro, pues es todo el planeta el que hace el movimiento de la peonza.
Como ya es sabido, el plano del ecuador celeste es la prolongación del ecuador de la Tierra y, al moverse el segundo, también se mueve el primero (ecuador celeste). La eclíptica, en cambio, es fija y permanece inmutable respecto al fondo de estrellas; pero el ecuador celeste no, ya que este círculo es una abstracción definida a partir del ecuador de la Tierra. Por todo lo anterior, la precesión equinoccial pueda explicarse también como un bamboleo circular del plano del ecuador celeste (móvil) con respecto a la eclíptica (fija).
Pero, ¿qué importancia puede tener que un círculo irreal del cielo como el ecuador celeste se mueva?. Realmente, no es un círculo ficticio, pues el ecuador celeste nos indica la posición relativa de las estrellas con respecto a la Tierra.
Recordemos que el eje celeste (prolongación del terrestre) se llama así porque, en torno a él, gira toda la bóveda celeste en un día, aunque nosotros ya sabemos que es en realidad la Tierra la que rota en torno a su propio eje. Pues bien, hoy por hoy, la estrella polar no gira nada prácticamente, por coincidir su posición casi con el polo N de la bóveda o punto de rotación N. Pero con el tiempo y, gradualmente, la estrella polar comenzará a girar en torno al polo N celeste, el cual se irá distanciando cada vez más de ella. A la vez, los círculos de esta estrella, que ya no será polar, se irán ampliando cada vez hasta que el polo N celeste dentro de 12.960 años (25.920/2) se sitúe en el punto opuesto al que está hoy.
A partir de ese momento, la estrella polar irá describiendo círculos menores cada vez hasta recuperar su posición actual dentro de 25.920 años. Algo parecido sucederá con todas las estrellas visibles de la bóveda celeste, cuyas rotaciones diarias aparentes alrededor de la Tierra irán variando con respecto a nuestro planeta a lo largo de milenios.
Como resumen, se puede decir que la precesión equinoccial genera lentamente diferentes inclinaciones angulares de la Tierra con respecto al cielo o, desde la perspectiva esotérica, distinta orientación del espacio o esfera mental celeste con referencia a nuestro planeta.
Volviendo a la parte técnica, ahora cabe preguntarse: ¿por qué se llama precesión "de los equinoccios"?.
Aparte de las ilustraciones es ahora conveniente que use o imagine dos aros de cualquier material (cartón, plástico, metal, etc.), uno de los dos un poquito más pequeño que el otro para que, colocados sobre la mesa, ambos puedan encajar perfectamente. El aro circular interno va a representar el ecuador celeste y, el externo, la eclíptica.
Comencemos por inclinar el círculo de la eclíptica un poco, imitando los 23º 27' ya conocidos. Quedan ahora dos puntos de corte entre los dos aros, representando a los dos equinoccios.
Para imitar la precesión equinoccial, tenemos que hacer girar sobre sí mismo el aro interno (ecuador celeste), sin que pierda su inclinación con respecto al externo (eclíptica).
Vemos entonces que los dos puntos de corte entre ambos planos también van girando.
El movimiento se llama precesión porque el bamboleo del ecuador celeste se realiza en sentido contrario al movimiento normal del Sol, es decir, los equinoccios van retrocediendo en la eclíptica lentamente con respecto al fondo de las estrellas fijas o constelaciones (Fig. 31). En esta figura se observa que el zodíaco intelectual se inicia en el punto vernal o equinoccio de primavera para el hemisferio N, cuando el Sol comienza a elevarse sobre este último. Como la precesión hace que el punto vernal vaya retrogradando en la eclíptica (Fig.
30) y este punto de corte es el comienzo del zodíaco, concluimos que el zodíaco intelectual también retrocede con respecto al fondo fijo de las constelaciones (Figs. 31 y 32).
Es ahora más fácil de entender que el zodíaco natural no coincide con el intelectual por dos motivos:
-Las constelaciones tienen longitudes desiguales y los signos poseen todos 30º.
-El zodíaco natural es fijo y el intelectual es móvil respecto al primero. Pero, visto desde la Tierra, el intelectual resulta ser el inmóvil, pues está "apoyado" en la prolongación del ecuador terrestre, es decir, el ecuador celeste.
Como ya se ha dicho, el zodíaco intelectual se usa para la confección de todo tipo de cartas astrales individuales y, entre ellas, por supuesto, las cartas astrales natales o del nacimiento, así como las cartas astrales de ciudades, países, empresas,etc.
El zodíaco natural, en cambio, tiene su aplicación en la evolución macrocósmica, mediante el estudio de las llamadas eras astrológicas.
00.10. ERAS ASTROLOGICAS.
Todos los 21 de Marzo el Sol se encuentra a 0º del signo del Carnero aun cuando, con respecto al fondo fijo de las constelaciones, este punto vaya retrocediendo muy despacio.
Pero siempre el 21 de Marzo el Sol está a 0º del Carnero porque este punto (equinoccio de primavera para el hemisferio N), precisamente, se define como el lugar de corte del Sol con el ecuador celeste, aunque este último vaya retrocediendo en la eclíptica. El pequeño retroceso del punto equinoccial no influye en la duración del año, pues ya está implícito en él.
Tampoco modifica las estaciones, debido a que el comienzo de la primavera (hemisferio N) se produce con la llegada del Sol al ecuador celeste, no importando en esto para nada que detrás del punto vernal, en el cielo, haya tal o cual constelación.
Sin embargo, para la Cosmobiología sí tiene una gran trascendencia este hecho. El 21 de Marzo el Sol siempre llega a los 0º del Carnero para los dos hemisferios, aun cuando en el N se inicia la primavera y en el S el otoño. Este punto (Oº del Carnero) es una posición astrológica de una gran fuerza para el Sol.
Las Eras Astrológicas se generan a partir de la constelación real en el cielo que el Sol tiene tras de sí el 21 de Marzo, estando a 0º del signo del Carnero. Las Eras astrológicas se van sucediendo en sentido contrario al normal del zodíaco (Gemini, Taurus, Aries, Piscis, etc.), ya que se trata de una precesión o retrogradación del punto vernal sobre la eclíptica (círculo fijo).
Actualmente, el Sol tiene detrás de sí el 21 de marzo (0º del Carnero) al último grado de la constelación de Aquarius, por lo que la Tierra se encuentra ya en la Era de Aquarius y ha salido del grado cero de Piscis. En esa fecha, la Tierra se coloca en línea con el Sol y con el grupo estelar de Aquarius, recibiendo así nuestro planeta una poderosísima energía que ya está cambiando la dirección de la existencia humana: (fig. 31).
Ya sabemos que la longitud de las constelaciones es variable y, por tanto, la de las Eras astrológicas. De todas formas, es conveniente saber cuál sería la duración media de una Era en el supuesto de que tuviera 30º:
- 25.920 años son 360º de retrogradación.
- 2.160 años son 30º de retrogradación.
- 72 años son 1º de retrogradación.
El Sol se colocó por primera vez dentro de la constelación de Aquarius el 21 de Marzo de 1948, momento en el cual la era de Piscis tocó a su fin. De todos modos, las eras astrológicas no están cortadas como una tarta con cuchillo y tenedor, sino que sus influencias se interpenetran cuando termina una y empieza la otra.
Para muchos astrólogos la era de Aquarius no ha empezado, pues ellos confunden las constelaciones con los signos y consideran que éstas tienen 30º. Por otro lado, las longitudes de las constelaciones varían dependiendo del sistema de coordenadas que se use. El planisferio que se incluye en este libro, por ejemplo, no sirve para hacer las medidas de las constelaciones, pues está dividido en cuadrantes que tienen como referencia al ecuador celeste y a los polos celestes. Se debe usar una carta de constelaciones que divida al cielo en cuadrantes partiendo de la eclíptica hasta los dos "polos" del eje eclíptico. Es decir, las constelaciones se han de medir con una esfera celeste que tenga como "ecuador" a la eclíptica. Si se hiciera sobre la base del ecuador celeste, las constelaciones variarían de longitud con el tiempo, ya que este último círculo es móvil.
Se ha de considerar que hay constelaciones que se montan unas sobre las otras en sus bordes por lo que, a efectos de eras astrológicas, se puede decir que cuando el punto vernal transita por esas zonas, la Tierra se encuentra bajo la fuerza cosmohistórica de dos constelaciones. Por el contrario, en ciertos tramos de la eclíptica, en los límites entre dos constelaciones, queda un espacio al que no llega ninguno de los dos grupos astrales. En este último caso el planeta Tierra pasa por una "transición de era vacía" y no "bipolar", como en el primer caso. Se puede mencionar un tercer tipo de transición de era que es aquél en que, casi inmediatamente después de salir de la constelación anterior, el punto vernal se introduce en la siguiente ("transición rápida o inmediata") Aparte de todo esto, se ha de estudiar siempre la constelación opuesta a la que marca la era. Como ya se ha dado a entender, si el Sol apunta el 21 de marzo visto desde la Tierra a la constelación de la era, la Tierra observada desde el Sol señala en ese mismo momento a la constelación opuesta a la primera.
Por otro lado, es importante saber que las eras astrológicas pueden ser positivas o negativas en correspondencia con la clasificación de los signos zodiacales que se estudió ya en el apartado correspondiente.
La rotación precesional tiene importantes repercusiones desde la perspectiva cosmobiológica. Como se ve en la figura 29, actualmente nuestro polo celeste norte (prolongación del polo terrestre N) cae muy cerca de la estrella polar. Pero no siempre ha sido ni será así pues, como se ha explicado, el eje terrestre describe en 25.920 años un círculo. Por tanto, el eje celeste también realiza la misma circunferencia. En la figura 29 se observa cómo el polo norte celeste se va desplazando en el cielo apuntando a distintas estrellas hasta que, al cabo de 25.920 años, llega otra vez a su situación actual. Es fundamental entender que la Tierra realiza el bamboleo precesional conservando siempre su eje la misma inclinación con respecto a la perpendicular al plano orbital terrestre o eclíptica: 23º 27', tal como se detalla en la figura 28.
Debido a esto, en la figura 29 se ve cómo el radio de la circunferencia precesional mide 23º 27', siendo el centro de esta esfera (x) la perpendicular a la eclíptica. Esta perpendicular al plano orbital de la Tierra (sistema heliocéntrico) o eclíptica (sistema geocéntrico) es realmente el eje del plano de la eclíptica, tal como se ve en la figura 30. Es decir, igual que el plano del ecuador celeste tiene un eje perpendicular a él (eje de la bóveda), el plano de la eclíptica tiene otro.
En el tema que ahora se está tratando, le aconsejo que vaya despacio y no pase al punto siguiente sin haber asimilado el anterior.
El plano orbital terrestre alrededor del Sol (sistema heliocéntrico) es siempre el mismo o, dicho de otra forma, la Tierra siempre circula en torno al Sol (sistema heliocéntrico) por la misma autopista. Por tanto, desde el punto de vista geocéntrico, hemos de decir que el Sol siempre se mueve (aparentemente) en el mismo plano alrededor de la Tierra, si comparamos su recorrido con el fondo de estrellas fijas de la bóveda celeste. Esto último implica que el plano de la eclíptica está inmóvil en el cielo y, como consecuencia inmediata, el eje de este plano (eclíptico) también permanece fijo respecto a la bóveda.
Si volvemos a la figura 30, nos daremos cuenta de que el círculo precesional es el movimiento del eje celeste (prolongación del terrestre) en el cielo: y, en el centro de esta circunferencia, está el eje de la eclíptica, que jamás se mueve de su lugar. En definitiva, la precesión puede ser también definida como una rotación del eje celeste (y el terrestre) alrededor del eje eclíptico, conservándose siempre entre ambos un ángulo de 23º 27'.
Los conceptos anteriores pueden afianzarse aun más consultando de nuevo la figura 30. La precesión consiste en un bamboleo del eje de la Tierra y, por tanto, del eje celeste, extensión del primero. Pero además es inmediato pensar que, al bambolearse el eje de la Tierra, el ecuador terrestre también realiza el giro, pues es todo el planeta el que hace el movimiento de la peonza.
Como ya es sabido, el plano del ecuador celeste es la prolongación del ecuador de la Tierra y, al moverse el segundo, también se mueve el primero (ecuador celeste). La eclíptica, en cambio, es fija y permanece inmutable respecto al fondo de estrellas; pero el ecuador celeste no, ya que este círculo es una abstracción definida a partir del ecuador de la Tierra. Por todo lo anterior, la precesión equinoccial pueda explicarse también como un bamboleo circular del plano del ecuador celeste (móvil) con respecto a la eclíptica (fija).
Pero, ¿qué importancia puede tener que un círculo irreal del cielo como el ecuador celeste se mueva?. Realmente, no es un círculo ficticio, pues el ecuador celeste nos indica la posición relativa de las estrellas con respecto a la Tierra.
Recordemos que el eje celeste (prolongación del terrestre) se llama así porque, en torno a él, gira toda la bóveda celeste en un día, aunque nosotros ya sabemos que es en realidad la Tierra la que rota en torno a su propio eje. Pues bien, hoy por hoy, la estrella polar no gira nada prácticamente, por coincidir su posición casi con el polo N de la bóveda o punto de rotación N. Pero con el tiempo y, gradualmente, la estrella polar comenzará a girar en torno al polo N celeste, el cual se irá distanciando cada vez más de ella. A la vez, los círculos de esta estrella, que ya no será polar, se irán ampliando cada vez hasta que el polo N celeste dentro de 12.960 años (25.920/2) se sitúe en el punto opuesto al que está hoy.
A partir de ese momento, la estrella polar irá describiendo círculos menores cada vez hasta recuperar su posición actual dentro de 25.920 años. Algo parecido sucederá con todas las estrellas visibles de la bóveda celeste, cuyas rotaciones diarias aparentes alrededor de la Tierra irán variando con respecto a nuestro planeta a lo largo de milenios.
Como resumen, se puede decir que la precesión equinoccial genera lentamente diferentes inclinaciones angulares de la Tierra con respecto al cielo o, desde la perspectiva esotérica, distinta orientación del espacio o esfera mental celeste con referencia a nuestro planeta.
Volviendo a la parte técnica, ahora cabe preguntarse: ¿por qué se llama precesión "de los equinoccios"?.
Aparte de las ilustraciones es ahora conveniente que use o imagine dos aros de cualquier material (cartón, plástico, metal, etc.), uno de los dos un poquito más pequeño que el otro para que, colocados sobre la mesa, ambos puedan encajar perfectamente. El aro circular interno va a representar el ecuador celeste y, el externo, la eclíptica.
Comencemos por inclinar el círculo de la eclíptica un poco, imitando los 23º 27' ya conocidos. Quedan ahora dos puntos de corte entre los dos aros, representando a los dos equinoccios.
Para imitar la precesión equinoccial, tenemos que hacer girar sobre sí mismo el aro interno (ecuador celeste), sin que pierda su inclinación con respecto al externo (eclíptica).
Vemos entonces que los dos puntos de corte entre ambos planos también van girando.
El movimiento se llama precesión porque el bamboleo del ecuador celeste se realiza en sentido contrario al movimiento normal del Sol, es decir, los equinoccios van retrocediendo en la eclíptica lentamente con respecto al fondo de las estrellas fijas o constelaciones (Fig. 31). En esta figura se observa que el zodíaco intelectual se inicia en el punto vernal o equinoccio de primavera para el hemisferio N, cuando el Sol comienza a elevarse sobre este último. Como la precesión hace que el punto vernal vaya retrogradando en la eclíptica (Fig.
30) y este punto de corte es el comienzo del zodíaco, concluimos que el zodíaco intelectual también retrocede con respecto al fondo fijo de las constelaciones (Figs. 31 y 32).
Es ahora más fácil de entender que el zodíaco natural no coincide con el intelectual por dos motivos:
-Las constelaciones tienen longitudes desiguales y los signos poseen todos 30º.
-El zodíaco natural es fijo y el intelectual es móvil respecto al primero. Pero, visto desde la Tierra, el intelectual resulta ser el inmóvil, pues está "apoyado" en la prolongación del ecuador terrestre, es decir, el ecuador celeste.
Como ya se ha dicho, el zodíaco intelectual se usa para la confección de todo tipo de cartas astrales individuales y, entre ellas, por supuesto, las cartas astrales natales o del nacimiento, así como las cartas astrales de ciudades, países, empresas,etc.
El zodíaco natural, en cambio, tiene su aplicación en la evolución macrocósmica, mediante el estudio de las llamadas eras astrológicas.
00.10. ERAS ASTROLOGICAS.
Todos los 21 de Marzo el Sol se encuentra a 0º del signo del Carnero aun cuando, con respecto al fondo fijo de las constelaciones, este punto vaya retrocediendo muy despacio.
Pero siempre el 21 de Marzo el Sol está a 0º del Carnero porque este punto (equinoccio de primavera para el hemisferio N), precisamente, se define como el lugar de corte del Sol con el ecuador celeste, aunque este último vaya retrocediendo en la eclíptica. El pequeño retroceso del punto equinoccial no influye en la duración del año, pues ya está implícito en él.
Tampoco modifica las estaciones, debido a que el comienzo de la primavera (hemisferio N) se produce con la llegada del Sol al ecuador celeste, no importando en esto para nada que detrás del punto vernal, en el cielo, haya tal o cual constelación.
Sin embargo, para la Cosmobiología sí tiene una gran trascendencia este hecho. El 21 de Marzo el Sol siempre llega a los 0º del Carnero para los dos hemisferios, aun cuando en el N se inicia la primavera y en el S el otoño. Este punto (Oº del Carnero) es una posición astrológica de una gran fuerza para el Sol.
Las Eras Astrológicas se generan a partir de la constelación real en el cielo que el Sol tiene tras de sí el 21 de Marzo, estando a 0º del signo del Carnero. Las Eras astrológicas se van sucediendo en sentido contrario al normal del zodíaco (Gemini, Taurus, Aries, Piscis, etc.), ya que se trata de una precesión o retrogradación del punto vernal sobre la eclíptica (círculo fijo).
Actualmente, el Sol tiene detrás de sí el 21 de marzo (0º del Carnero) al último grado de la constelación de Aquarius, por lo que la Tierra se encuentra ya en la Era de Aquarius y ha salido del grado cero de Piscis. En esa fecha, la Tierra se coloca en línea con el Sol y con el grupo estelar de Aquarius, recibiendo así nuestro planeta una poderosísima energía que ya está cambiando la dirección de la existencia humana: (fig. 31).
Ya sabemos que la longitud de las constelaciones es variable y, por tanto, la de las Eras astrológicas. De todas formas, es conveniente saber cuál sería la duración media de una Era en el supuesto de que tuviera 30º:
- 25.920 años son 360º de retrogradación.
- 2.160 años son 30º de retrogradación.
- 72 años son 1º de retrogradación.
El Sol se colocó por primera vez dentro de la constelación de Aquarius el 21 de Marzo de 1948, momento en el cual la era de Piscis tocó a su fin. De todos modos, las eras astrológicas no están cortadas como una tarta con cuchillo y tenedor, sino que sus influencias se interpenetran cuando termina una y empieza la otra.
Para muchos astrólogos la era de Aquarius no ha empezado, pues ellos confunden las constelaciones con los signos y consideran que éstas tienen 30º. Por otro lado, las longitudes de las constelaciones varían dependiendo del sistema de coordenadas que se use. El planisferio que se incluye en este libro, por ejemplo, no sirve para hacer las medidas de las constelaciones, pues está dividido en cuadrantes que tienen como referencia al ecuador celeste y a los polos celestes. Se debe usar una carta de constelaciones que divida al cielo en cuadrantes partiendo de la eclíptica hasta los dos "polos" del eje eclíptico. Es decir, las constelaciones se han de medir con una esfera celeste que tenga como "ecuador" a la eclíptica. Si se hiciera sobre la base del ecuador celeste, las constelaciones variarían de longitud con el tiempo, ya que este último círculo es móvil.
Se ha de considerar que hay constelaciones que se montan unas sobre las otras en sus bordes por lo que, a efectos de eras astrológicas, se puede decir que cuando el punto vernal transita por esas zonas, la Tierra se encuentra bajo la fuerza cosmohistórica de dos constelaciones. Por el contrario, en ciertos tramos de la eclíptica, en los límites entre dos constelaciones, queda un espacio al que no llega ninguno de los dos grupos astrales. En este último caso el planeta Tierra pasa por una "transición de era vacía" y no "bipolar", como en el primer caso. Se puede mencionar un tercer tipo de transición de era que es aquél en que, casi inmediatamente después de salir de la constelación anterior, el punto vernal se introduce en la siguiente ("transición rápida o inmediata") Aparte de todo esto, se ha de estudiar siempre la constelación opuesta a la que marca la era. Como ya se ha dado a entender, si el Sol apunta el 21 de marzo visto desde la Tierra a la constelación de la era, la Tierra observada desde el Sol señala en ese mismo momento a la constelación opuesta a la primera.
Por otro lado, es importante saber que las eras astrológicas pueden ser positivas o negativas en correspondencia con la clasificación de los signos zodiacales que se estudió ya en el apartado correspondiente.
Clase 023 EQUINOCCIOS Y SOLSTICIOS. SIGNOS ZODIACALES.
Al explicar el mecanismo de las estaciones se vio que éstas estaban causadas por la mayor o menor perpendicularidad de los rayos solares respecto a los diferentes puntos de la Tierra, debido a la inclinación del eje de nuestro planeta respecto al eje del plano de la eclíptica (fig. 18).
Ahora vamos a estudiar el fenómeno estacional desde la perspectiva geocéntrica.
El Sol recorre en un año el círculo de la eclíptica (fig 23).
Cuando nuestra estrella se coloca en alguno de los dos puntos de corte entre la eclíptica y el ecuador celeste, ésta se encuentra en el equinoccio (de primavera o de otoño). Es decir, cuando el Sol se coloca a la altura del ecuador celeste sus rayos inciden con igualdad tanto en el hemisferio norte como en el sur, siendo por tanto la duración del día igual a la de la noche (equi-noccio). El equinoccio de primavera para el hemisferio norte (el de otoño para el sur), ocurre al estar el Sol en la posición 2 (21 de Marzo) y, el equinoccio de otoño para el hemisferio N (de primavera para el sur), sucede cuando el astro rey llega a la posición 4 (22 de septiembre).
El Sol, a partir de la posición 2, sigue ascendiendo respecto al hemisferio N y llega al punto de máxima altura y perpendicularidad sobre éste (posición 3). En ese día (22 de junio) se produce el solsticio de verano para el hemisferio N y el de invierno para el sur, ocurriendo el día más largo en el primero y el más corto en el segundo. Además, nuestro astro solar está entonces a la altura del trópico de Cáncer, que se ubica a 23º 27' N de latitud terrestre.
A partir de ese instante, el sol inicia de nuevo su acercamiento al ecuador celeste, momento en que se produce el nuevo equinoccio (22 de septiembre), en la posición 4.
Por último, el Sol llega en el solsticio de invierno para el hemisferio N (de verano para el sur) a la posición 1. Allí, nuestra estrella se sitúa a la altura del trópico de Capricornio (23º 27' S de latitud terrestre).
A partir de esta explicación es fácil entender por qué, dependiendo de la época del año, el observador ve al mediodía llegar al Sol un poco más arriba o más abajo. Este hecho es debido a la perpendicularidad mayor o menor que haya entre el punto terrestre en cuestión y el Sol en un momento preciso.
Por supuesto, en el solsticio de verano, el astro rey alcanza la máxima altitud al mediodía solar y, en el solsticio de invierno, la mínima.
Los signos zodiacales se delimitan a partir de los puntos equinocciales y solsticiales. Este es el llamado zodíaco intelectual o zodíaco de los signos, que es una abstracción matemática del espacio mental que rodea la Tierra, en relación indirecta con las 12 constelaciones zodiacales físicas en el cielo, que conforman el zodíaco natural.
Como se verá al hablar de la precesión equinoccial, no es lo mismo un signo que una constelación. El zodíaco natural y el intelectual rotan uno con respecto al otro y, además, cada uno de estos se usa para estudios diferentes en la Cosmobiología. El zodíaco que vamos a analizar ahora es el intelectual o de los signos, que está formado por 12 porciones exactamente iguales en longitud, siendo éstas de 30 360º). Los puntos solsticiales y equinocciales, que son cuatro puntos estacionales en total, dividen al zodíaco intelectual en cuatro cuadrantes, cada uno con tres signos zodiacales (fig. 24).
Los signos zodiacales, para diferenciarse de las constelaciones, se han de denominar en el idioma del país correspondiente (en este caso español) y, estas últimas, se nombran en latín.
Antes de continuar con la explicación, pasamos a dar el nombre de los 12 signos zodiacales en el orden en que deben memorizarse. Véanse sus símbolos respectivos en la figura:
El signo del Carnero, considerado como el primer signo zodiacal, ocupa los 30º que van a partir del punto equinoccial del 21 de marzo en el sentido del movimiento solar (Fig. 24).
Por tanto, cuando el Sol se sitúa a 0º del signo del Carnero, se produce el equinoccio de primavera para el hemisferio N y el de otoño para el S.
Es decir, si una persona es del Carnero, por ejemplo, sólo significa que, cuando ese individuo nació, su Sol estaba en alguno de los 30º de ese signo. Pero, para hacer una interpretación cosmobiológica seria, es necesario conocer en qué signos zodiacales se encontraron los restantes planetas en el nacimiento, dónde se hayan colocados al hacer la interpretación y otra serie de factores que ya se detallarán más adelante. Por tanto, la insistencia excesiva que se suele hacer en la descripción psicológica del sujeto sólo a partir del signo solar, demuestra una tremenda ignorancia del tema.
Por todo ello el saber que una persona tuvo a su Sol en un determinado signo al nacer, es tan poco como conocer únicamente la nacionalidad de un ser humano para hacerle un estudio psicobiológico.
Los signos del Carnero, el Toro y los Gemelos son primaverales (fig. 24); el Cangrejo, el León y la Virgen son estivales; la Balanza, el Escorpión y el Centauro son otoñales; y, por último, el Macho Cabrío, el Aguador y los Peces son invernales, todo ello en relación al hemisferio N, pues éste se toma como referencia al ser de polaridad activa, positiva, expansiva, dadora etc., mientras que el sur representa la polaridad receptiva.
Por tanto, el zodíaco de los signos está "apoyado" sobre el ecuador celeste o prolongación del ecuador terrestre, siendo recorrido por los planetas directos, el Sol y la Luna en el sentido: Carnero, Toro, Gemelos, Cangrejo, León....Cada signo zodiacal tiene 30º de longitud eclíptica y, por lógica, 17º de latitud eclíptica (entre 8'5º de latitud eclíptica N y 8'5º de latitud ecliptica S). El signo del Carnero va de los 0º de longitud eclíptica a los 30º; el Toro, de los 30º a los 60º; los Gemelos, de los 60º a los 90º, y así sucesivamente.
Pero, por lo común, no se dice que Plutón, por ejemplo, esté a 60º de longitud eclíptica sino a 0º de los Gemelos, que es lo mismo.
Si se menciona que Venus está a 42 grados de longitud eclíptica, por ejemplo, a este dato lo podemos denominar longitud eclíptica total y, si se localiza a Venus a 12º del Toro, estamos indicando su longitud eclíptica parcial o longitud por signo. Ambos datos significan exactamente la misma cosa 12º del Toro).
Los signos son un espacio conceptual o abstracto de la banda zodiacal en el plano físico y, en el espacio mental, representan direcciones distintas de las fuerzas astrales con respecto a la Tierra. Desde la perspectiva cosmobiológica, está demostrado por la práctica que los planetas emiten energías diferentes dependiendo, no sólo del signo zodiacal en que se encuentren sino, también, del grado de ese signo en que estén.
El zodíaco de los signos (intelectual) se utiliza para estudiar al hombre como individuo (microcosmos), pues es algo así como una banda zodiacal terrestre, ya que se inicia en el corte de la eclíptica con la prolongación de un círculo de la Tierra (ecuador celeste). El punto equinoccial de primavera (hemisferio N) es algo así como la prolongación del "ombligo de la Tierra" hacia el cielo mediante una línea perpendicular a su eje de rotación ("cabeza-pies"). Sobre esa extensión celeste del "ombligo terrestre" se encuentra apoyado el zodíaco de los signos (intelectual).
Ahora vamos a estudiar el fenómeno estacional desde la perspectiva geocéntrica.
El Sol recorre en un año el círculo de la eclíptica (fig 23).
Cuando nuestra estrella se coloca en alguno de los dos puntos de corte entre la eclíptica y el ecuador celeste, ésta se encuentra en el equinoccio (de primavera o de otoño). Es decir, cuando el Sol se coloca a la altura del ecuador celeste sus rayos inciden con igualdad tanto en el hemisferio norte como en el sur, siendo por tanto la duración del día igual a la de la noche (equi-noccio). El equinoccio de primavera para el hemisferio norte (el de otoño para el sur), ocurre al estar el Sol en la posición 2 (21 de Marzo) y, el equinoccio de otoño para el hemisferio N (de primavera para el sur), sucede cuando el astro rey llega a la posición 4 (22 de septiembre).
El Sol, a partir de la posición 2, sigue ascendiendo respecto al hemisferio N y llega al punto de máxima altura y perpendicularidad sobre éste (posición 3). En ese día (22 de junio) se produce el solsticio de verano para el hemisferio N y el de invierno para el sur, ocurriendo el día más largo en el primero y el más corto en el segundo. Además, nuestro astro solar está entonces a la altura del trópico de Cáncer, que se ubica a 23º 27' N de latitud terrestre.
A partir de ese instante, el sol inicia de nuevo su acercamiento al ecuador celeste, momento en que se produce el nuevo equinoccio (22 de septiembre), en la posición 4.
Por último, el Sol llega en el solsticio de invierno para el hemisferio N (de verano para el sur) a la posición 1. Allí, nuestra estrella se sitúa a la altura del trópico de Capricornio (23º 27' S de latitud terrestre).
A partir de esta explicación es fácil entender por qué, dependiendo de la época del año, el observador ve al mediodía llegar al Sol un poco más arriba o más abajo. Este hecho es debido a la perpendicularidad mayor o menor que haya entre el punto terrestre en cuestión y el Sol en un momento preciso.
Por supuesto, en el solsticio de verano, el astro rey alcanza la máxima altitud al mediodía solar y, en el solsticio de invierno, la mínima.
Los signos zodiacales se delimitan a partir de los puntos equinocciales y solsticiales. Este es el llamado zodíaco intelectual o zodíaco de los signos, que es una abstracción matemática del espacio mental que rodea la Tierra, en relación indirecta con las 12 constelaciones zodiacales físicas en el cielo, que conforman el zodíaco natural.
Como se verá al hablar de la precesión equinoccial, no es lo mismo un signo que una constelación. El zodíaco natural y el intelectual rotan uno con respecto al otro y, además, cada uno de estos se usa para estudios diferentes en la Cosmobiología. El zodíaco que vamos a analizar ahora es el intelectual o de los signos, que está formado por 12 porciones exactamente iguales en longitud, siendo éstas de 30 360º). Los puntos solsticiales y equinocciales, que son cuatro puntos estacionales en total, dividen al zodíaco intelectual en cuatro cuadrantes, cada uno con tres signos zodiacales (fig. 24).
Los signos zodiacales, para diferenciarse de las constelaciones, se han de denominar en el idioma del país correspondiente (en este caso español) y, estas últimas, se nombran en latín.
Antes de continuar con la explicación, pasamos a dar el nombre de los 12 signos zodiacales en el orden en que deben memorizarse. Véanse sus símbolos respectivos en la figura:
El signo del Carnero, considerado como el primer signo zodiacal, ocupa los 30º que van a partir del punto equinoccial del 21 de marzo en el sentido del movimiento solar (Fig. 24).
Por tanto, cuando el Sol se sitúa a 0º del signo del Carnero, se produce el equinoccio de primavera para el hemisferio N y el de otoño para el S.
Es decir, si una persona es del Carnero, por ejemplo, sólo significa que, cuando ese individuo nació, su Sol estaba en alguno de los 30º de ese signo. Pero, para hacer una interpretación cosmobiológica seria, es necesario conocer en qué signos zodiacales se encontraron los restantes planetas en el nacimiento, dónde se hayan colocados al hacer la interpretación y otra serie de factores que ya se detallarán más adelante. Por tanto, la insistencia excesiva que se suele hacer en la descripción psicológica del sujeto sólo a partir del signo solar, demuestra una tremenda ignorancia del tema.
Por todo ello el saber que una persona tuvo a su Sol en un determinado signo al nacer, es tan poco como conocer únicamente la nacionalidad de un ser humano para hacerle un estudio psicobiológico.
Los signos del Carnero, el Toro y los Gemelos son primaverales (fig. 24); el Cangrejo, el León y la Virgen son estivales; la Balanza, el Escorpión y el Centauro son otoñales; y, por último, el Macho Cabrío, el Aguador y los Peces son invernales, todo ello en relación al hemisferio N, pues éste se toma como referencia al ser de polaridad activa, positiva, expansiva, dadora etc., mientras que el sur representa la polaridad receptiva.
Por tanto, el zodíaco de los signos está "apoyado" sobre el ecuador celeste o prolongación del ecuador terrestre, siendo recorrido por los planetas directos, el Sol y la Luna en el sentido: Carnero, Toro, Gemelos, Cangrejo, León....Cada signo zodiacal tiene 30º de longitud eclíptica y, por lógica, 17º de latitud eclíptica (entre 8'5º de latitud eclíptica N y 8'5º de latitud ecliptica S). El signo del Carnero va de los 0º de longitud eclíptica a los 30º; el Toro, de los 30º a los 60º; los Gemelos, de los 60º a los 90º, y así sucesivamente.
Pero, por lo común, no se dice que Plutón, por ejemplo, esté a 60º de longitud eclíptica sino a 0º de los Gemelos, que es lo mismo.
Si se menciona que Venus está a 42 grados de longitud eclíptica, por ejemplo, a este dato lo podemos denominar longitud eclíptica total y, si se localiza a Venus a 12º del Toro, estamos indicando su longitud eclíptica parcial o longitud por signo. Ambos datos significan exactamente la misma cosa 12º del Toro).
Los signos son un espacio conceptual o abstracto de la banda zodiacal en el plano físico y, en el espacio mental, representan direcciones distintas de las fuerzas astrales con respecto a la Tierra. Desde la perspectiva cosmobiológica, está demostrado por la práctica que los planetas emiten energías diferentes dependiendo, no sólo del signo zodiacal en que se encuentren sino, también, del grado de ese signo en que estén.
El zodíaco de los signos (intelectual) se utiliza para estudiar al hombre como individuo (microcosmos), pues es algo así como una banda zodiacal terrestre, ya que se inicia en el corte de la eclíptica con la prolongación de un círculo de la Tierra (ecuador celeste). El punto equinoccial de primavera (hemisferio N) es algo así como la prolongación del "ombligo de la Tierra" hacia el cielo mediante una línea perpendicular a su eje de rotación ("cabeza-pies"). Sobre esa extensión celeste del "ombligo terrestre" se encuentra apoyado el zodíaco de los signos (intelectual).